Gracias, Mercedes, por tu reiterada actitud hacia mí como presidente de Cruz Roja en Ávila entre los años 2015-2019. Si en la pasada celebración de los 150 años de vida de la institución en nuestra provincia fui el único antecesor que borraste de la lista de expresidentes invitados al acto, has vuelto a hacerlo días pasados, en la inauguración de la nueva sede.

Es difícil entender que te lleva a proceder de esta manera. Desconozco si tienes algo personal contra mí. Yo en absoluto nada hacia ti. En el plano institucional es poco aceptable y está muy feo borrar de la “memoria histórica” de este siglo y medio de Cruz Roja en Ávila a uno de sus presidentes, que, quieras o no, formó parte de esta con sus errores y sus aciertos.

Más me extraña, Mercedes, que ese olvido para estar en la inauguración de la sede lo tengas, con quien te nombró presidenta comarcal en El Barraco y posteriormente vicepresidenta provincial. Fui, además, el presidente, que, en representación de Cruz Roja, buscó los terrenos donde construir el edificio y posteriormente firmó la escritura de compra de estos al Ayuntamiento de Ávila. Durante mi mandato se convocó un concurso, entre arquitectos abulenses, para elegir el mejor proyecto. Fue aceptado por la comisión de contratación el de los arquitectos Arturo Blanco-Laura Martínez, al que se realizaron algunas modificaciones antes de ser aprobado y adjudicadas las obras a una empresa constructora. Pero luego, por diversos motivos, se rechazó, tirándose así por la borda cerca de 300.000 euros y se hizo el proyecto del edificio ahora inaugurado.

Tu manera de actuar es de caer muy bajo. En el plano personal me parece irrisorio, no ofende quien quiere sino quien puede, pero sí como cargo que fui de la Institución y que, a la vista de muchos, dice muy poco, para mí es más importante, en favor de Cruz Roja, a la que quiero y he dedicado, mejor o peor, varios años.

Gracias, Mercedes, por tu manera de actuar. Adelante.