Se trata del primer presbítero que ordena desde su llegada a la diócesis hace dos años. El nuevo cura oficiará su primera misa el sábado 27 (29 horas) en la parroquia de Sotillo de La Adrada, donde hasta ahora ha ejercido como diácono “muy contento y agradecido”.

En una eucaristía en la que participaron cerca de un centenar de sacerdotes de la diócesis, la ceremonia fue concelebrada por el cardenal-arzobispo emérito de Valladolid, Ricardo Blázquez; y los obispos eméritos de Salamanca y Ávila, Carlos López y Jesús García Burillo, respectivamente. La última ordenación sacerdotal fue en 2022.

Natural de Ávila capital, fue ordenado diácono en 2024, el sacerdote compaginaba hasta ahora su ministerio diaconal con la docencia en el centro educativo de Sotillo de La Adrada. “Cuando entré al seminario pensé que no iba a servir para mucho lo que había estudiado en Magisterio, pero el primer día con los alumnos me dije: madre mía, las vueltas que da la vida”, por lo que “de alguna forma se han cumplido también aquella primera vocación de enseñar”, ha explicado, tras haber estudiado Educación antes de tomar el camino del sacerdocio.

“Lo estoy viviendo como un regalo”, dijo Rodríguez días antes de la investidura. “La alegría que los demás tienen por mi ordenación me emociona mucho” puesto que “el camino hasta aquí no lo he hecho yo solo y siento la oración de tanta gente que me ha acompañado”.

Por eso ha considerado la jornada de la ceremonia como un día que no solo suyo, sino de “todos los que han estado” con él y se ha propuesto como propósito ser “un buen pastor” y “un puente que ayude a los hombres a llegar a Dios”.