Día Domingo, 26 de Octubre de 2025
Pecar de confianza. Eso es lo que los sucedió a los afectados por el caso de la colaboradora bancaria de Banesto en Pedro Bernardo, quien se podría haber apropiado de hasta medio millón de euros de sus clientes.
Así lo han asegurado los 11 testigos que han desfilado este miércoles por la Audiencia Provincial de Ávila en la tercera sesión del juicio que se celebra contra la colaboradora de Banesto, ahora Banco Santander, entre los que se encuentran familiares, amigos y clientes de la acusada. Todos ellos, afectados por el caso y vecinos de Pedro Bernardo, localidad que cuenta con casi 800 habitantes y de entre los que la acusada se habría apropiado de dinero de al menos 30 de ellos, con cantidades que podrían superar en total medio millón de euros.
Porque, según las declaraciones de los afectados, la acusada no hacía distinciones a la hora de apropiarse del dinero de sus clientes. Ejemplo de ello son sus tíos, un matrimonio ahora jubilado que echó en falta hasta 88.000 euros de su cuenta de ahorros una vez que saltaron las alarmas por el caso y de los que la entidad bancaria ha devuelto 51.000. Precisamente, por la confianza que tenían depositada en ella, no supervisaron todos los movimientos que se realizaban en su cuenta, según han declarado, pues además, la colaboradora se excusaba la mayoría de veces en fallos en el ordenador o internet para no actualizar las cartillas. Justificaciones que utilizaba con todos los afectados, según han declarado en la vista oral.
Algo similar pasó a la hija de este matrimonio y a su marido, primos de la acusada, que echaron en falta 6.000 y 950 euros de dos de sus cuentas una vez estalló el caso, según han asegurado durante el juicio, donde han reconocido que recibieron la devolución de los 950 euros del banco. Y es que, ha sido durante su declaración cuando se ha podido conocer que la entidad bancaria habría ingresado la cantidad restante a una tercera cuenta que ninguno de los dos ha reconocido como suya.
Caso similar al de otra clienta que, tras saltar el escándalo en la localidad, se percató de que su cuenta, en la que ingresaban las becas concedidas por el Ministerio de Educación para los estudios universitarios, no tenía dinero. Aunque la acusada, que ha utilizado el teléfono móvil frecuentemente durante el juicio, en palabras de su defensa, no ha reconocido a esta testigo como clienta del banco. Sin embargo, la clienta lo ha cuestionado: “pues no sé si ha contraído alguna enfermedad de repente, pero sí, claro, que me conoce”.
Lo mismo le ocurrió al hermano de esta afectada, que observó que con su cuenta se habían contratado algunos seguros como el de vida, pues la colaboradora trabajaba, además, como agente de Seguros La Estrella, entidad que en 2010 pasó a formar parte del Grupo Generali.
Sin dinero para la residencia
Especialmente llamativo también ha resultado el caso de una de sus clientes, ya fallecida. Los hijos de esta se enteraron de que la cuenta de su madre estaba vacía, cuando la residencia de mayores en la que quería ingresar la madre, avisó de la falta de dinero para hacer frente a la mensualidad. Y es que, según ha manifestado, la cartilla de su cuenta la tenía la colaboradora bancaria y la mujer, ya fallecida, nunca confesó a sus hijos la cantidad exacta de la que disponía, aunque estimaban que sí lo suficiente como para costear la residencia.
También han declarado tres amigos de la acusada que echaron en falta entre 1.500 y 8.000 euros. Una de ellas era hermana de un vecino de la localidad, a quien la acusada habría prestado hasta 170.000 euros, motivo que le llevo a estar investigado también por este caso.
El último en prestar declaración ha sido uno de los afectados que en este juicio se presenta como acusación particular, reclamando hasta 68.000 euros. Una cantidad que, según ha declarado, procede de las ayudas concedidas por la PAC durante los últimos diez años, pero también de transferencias que se habrían hecho a otras personas y entidades sin su autorización, cobros de recibos como el teléfono de su madre, contratos de seguros o comisiones de apertura y cancelación de préstamos que tampoco ha reconocido haberlos realizado.
Precisamente, la acusación de este afectado pide cuatro años y seis meses de cárcel por estafa, más dos años por apropiación indebida y otro año y medio por falsificación.
Así ha finalizado la tercera de las cinco sesiones que se celebrarán de este juicio contra la colaboradora bancaria del actual Banco Santander.





José Luis | Jueves, 24 de Octubre de 2024 a las 08:43:52 horas
Hay que crucificar a esta pobre ignorante claro.
Que pague sus delitos pero no oigo ni leo nada de la ruina de la Caja de Ávila, en la que estaban implicados todos los partidos y políticos de Ávila, principalmente su Presidente y Directivos así como los jefecillos de la Caja que tanto cobraban y presumían.
Aquí no hablamos de 500.000 euros sino de miles de millones de euros.
Todos callados y los ladrones disfrutando el botín.
También tiene culpa de lo de esta chica el Banco que por cuatro duros tenía una empleada a la que no reconocía, pues trabajaba como autónoma.
Ellos eran responsables de su gestión y de su control y lo descuidaron sin duda.
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