Ni el Miércoles Santo, ni la visita del número dos del Gobierno autonómico y líder de Vox en Castilla y León ha servido para aplacar los ánimos tras la crisis en el seno de esta formación tras la dimisión del procurador José Antonio Palomo, como presidente provincial del partido, y la designación como nuevo presidente de Juan Saborido.

Ambos han estado presentes durante la visita, aunque la tensión y la distancia entre los miembros de la nueva ejecutiva y los cargos electos ha sido más que evidente, sin llegarse a dirigir la palabra y en grupos diferentes, hasta la llegada de García-Gallardo.

Mientras que Saborido ha estado con alguno de los miembros de su ejecutiva, tras su designación por la dirección nacional con la oposición de buena parte del partido en la provincia, Palomo ha llegado junto a dos de los tres concejales de Vox en el Ayuntamiento de la capital, a excepción de su portavoz, José Manuel Lorenzo Serapio: Fernando Toribio, también diputado provincial, y Laura García.

Durante la visita, García-Gallardo, acompañado del director general de Turismo, Ángel González Pieras, ha recibido las explicaciones del presidente de la Junta de Cofradías de Semana Santa de Ávila, Jesús Manuel Jiménez, y del vicepresidente y presidente de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias, Victorino Sampedro, mientras los miembros de la ejecutiva provincial se situaban a un lado y los cargos electos al contrario.

García-Gallado ha acudido después a la iglesia de San Nicolás para participar en la procesión del Silencio, que tenía previsto salir a las 20,30 horas, pero instantes antes de comenzar se ha suspendido ante la previsión meteorológica.

En el interior de la catedral permanecían los dos pasos de la procesión de La Estrella, que el Martes Santo tuvieron que refugiarse en el principal templo abulense, debido a las adversas condiciones meteorológicas, que obligaron a suspender el recorrido.