A penas una veintena de personas se han congregado en la plaza Santa Teresa ante la llamada del sindicato donde se han podido leer pancartas como “De camino a casa quiero ser libre no valiente”, “Por qué te espantas por las que luchan y no por las que mueren”, “patada feminista en la boca de machista” o “mamá, tranquila, hoy no voy sola por la calle”. 

Las principales reivindicaciones del sindicato, tal como han manifestado durante la lectura del manifiesto, han sido “la lucha por la igualdad y la participación de todas las mujeres en un mundo donde persiste la discriminación, la violencia y la desigualdad”. 

Agresiones sexuales en Ávila

El 8M se celebra en una semana en la que en Ávila se han conocido dos sentencias que condenan a 18 y 9 años de cárcel a dos hombres por agredir sexualmente a dos menores de 15 años que, en palabras de Patricia García, del Sindicato de Estudiantes,  son “bajas”, respecto a las que se ponen en otros casos. 

Además, en uno de los casos se da la circunstancia de que el entorno familiar no creyó el testimonio de la menor, tal como declararon las familiares de la víctima durante el juicio por la agresión. “Es muy triste que tu propia familia no te crea”, reconocen las estudiantes, quienes señalan que es sinónimo de que “queda mucho por luchar. Porque cuando tu familia te culpa e incluso no cree que hayas sufrido abusos, es porque algo funciona mal en la sociedad por todas las creencias que se tienen”. 

Y es que este tipo de agresiones las estudiantes las “ven día a día, como las violaciones en grupo”, según Lucía Coedo del Sindicato de Estudiantes, a quien “el propio acoso callejero ya le parece terrible”. Por eso llama a “apoyarse unas a otras”, y luchar también “por las familias que han perdido a seres queridos por la violencia machista”. 

Por otra parte, señalan que en “los últimos años se ha distorsionado mucho la idea del feminismo”, según ha manifestado Coedo, que recuerda que “al final no queda claro que lo que se busca es la igualdad entre hombres y mujeres”.