La tercera noche fuera de El Hoyo de Pinares la afrontan con mucha incertidumbre, porque, según ha explicado Antonio, les falta información: “no tenemos ni idea de cómo está todo, lo que sabemos es gracias al móvil, pero aquí no nos dicen nada de si está bien, si nos mandan o no a casa…”, ha dicho a la puerta del polideportivo de Las Navas del Marqués a última hora de la tarde del miércoles, poco antes de cenar.

Los días y las noches “se hacen muy largas” y para entretenerse, Antonio y Julia dan largos paseos por la localidad navera, municipio donde están alojados junto a otros 210 hoyancos.

“Tenemos que sacar a pasear a los perros de mi hijo y nosotros también tenemos que andar mucho”, apuntaba Antonio haciendo alusión a las recomendaciones médicas que deben de seguir. Tanto él como esposa se han mostrado muy agradecidos por la hospitalidad de Las Navas del Marqués y, concretamente, por los miembros de Protección Civil y Cruz Roja, ya que “se están portando muy bien” y “se prestan continuamente" para ver si necesitan algo.

La evacuación les pilló “con lo puesto”, por ello, unos familiares de Peguerinos se han acercado a Las Navas del Marqués para facilitarles algo de ropa. Por su parte, otro hoyanco, Andrés, se muestra algo menos optimista porque “el día se hace muy largo y por la noche hace mucho calor y no se duerme bien” y tiene unas “ganas inmensas de volver” a casa.

Una cita con el fútbol 

Andrés intenta matar el tiempo con cartas y juegos como el ajedrez o el dominó, aunque este miércoles lo ha hecho disfrutando del partido de fútbol de la Selección Española Femenina de Fútbol: “Hoy nos han puesto una televisión y hemos estado viendo las noticias y cosas sobre el fuego y veremos los cuartos de final”, señala.

En este albergue provisional se encuentran personas de todas las edades y familias como la de Pablo, un joven que está con sus hermanos y abuelos. Este adolescente también se encuentra bastante desanimado con la situación porque teme por sus familiares, ya que “no pueden dormir bien porque hace mucho calor”. Sus hermanos se entretienen jugando con los juguetes que les ha llevado Cruz Roja, pero el aburrimiento se apodera muchas veces de ellos y el ambiente no les ayuda: “lo llevamos más o menos, la mayoría de la gente lo toma mal. Hay mucha gente con ansiedad”, explica.

Este alojamiento ha visto reducido el número de personas, porque algunas han decidido trasladarse hasta las casas de algunos familiares, aunque, según desde Protección Civil, entre los tres espacios habilitados siguen prestando servicio a 210 personas.

A la hora de la cena, voluntarios con la camiseta de World Central Kitchen, organización del chef José Andrés, tienen preparado todo en el polideportivo del instituto y van dando paso a los hoyancos. Mesas y platos dispuestos para cenar un sándwich, yogur y fruta. “Cuando llegaron enseguida nos organizamos, World Central Kitchen ha aportado productos y los hosteleros de Las Navas nos hemos organizado para apoyar la iniciativa”, ha contado María Jesús del Pozo como portavoz de una treintena de voluntarios.