Tras las campañas de concienciación de la Junta para que este miércoles y jueves acudieran más personas que las que lo hicieron el pasado domingo para recibir la primera dosis de AstraZeneca, un buen número de abulenses han acudido al centro hospitalario para ello. Sin embargo, tras empezar la vacunación e inocularse 25 dosis, la orden de la Junta anulando la vacunación, ha dejado a decenas de personas con dos palmos de narices en la misma entrada, después de desplazarse desde distintos puntos de la provincia.

Desde ese momento, la incredulidad primero y la indignación más tarde, han hecho que varias de las personas que se habían desplazado, mayoritariamente desde el Valle del Tiétar, hayan mostrado su malestar a los sanitarios que se encontraban en el hospital y que se han visto obligados a dar la cara y aguantar el ‘chaparrón’ por una decisión en la que no tenían nada que ver y que acababan de conocer.

Una de las mujeres llegadas desde el sur de la provincia, ha reconocido estar “hasta las narices” después de haber salido a las 7 horas de la mañana para llegar a la hora indicada para vacunarse y finalmente, encontrarse con la anulación de la vacunación, ante la que quienes se han encontrado en la misma situación, no han podido reprimir su enfado.

Dar la cara
Esta mujer, que había realizado el viaje de unos 80 kilómetros con una enferma oncológica, ha exigido tanto al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, como a la consejera de Sanidad, Verónica Casado, que “den la cara”.

"Lo que no puede ser es hacerte hacer 100 kilómetros para suspenderlo”, ha señalado indignada, mientras otra mujer consideraba que la situación, además de “vergonzosa” era “de juzgado de guardia”. "¿Quién me paga la gasolina de mi coche? ¿Hay derecho a esto?", se ha planteado.

Varios de los vecinos del Tiétar que han acudido a primera hora de la mañana a la cita han lamentado que esa zona sea “la olvidada”, teniendo en cuenta que tienen infraestructuras suficientes para llevar a cabo la vacunación, sin la necesidad de tener que realizar un largo viaje hasta Ávila. Entre ellas el Centro de Especialidades en Arenas de San Pedro.

Había entre los indignados una vecina de Arenas cuya familia llevaba toda la semana pensando se iba a vacunar o no con AstraZeneca. Cuando finalmente se han decantado por la vacunación y se han “organizado la vida” para poder hacer el viaje, se han encontrado con la suspensión-

Responsabilidad

Conscientes de que lo sucedido “no es responsabilidad del hospital”, algunos de los indignados consideraban que “la Junta ha organizado mal esto”. Por ello, uno de ellos, también arenense, se ha preguntado "quién asume la responsabilidad" de esta situación.

Otro de los ciudadanos molestos se había desplazado desde Crespos, tras levantarse a las 5 horas de la mañana para atender a un ganado que ha dejado “medio aviado” por acudir a la vacunación "deprisa y corriendo".

Tras la tensión de primera hora de la mañana, algunas otras personas han ido acudiendo con cuentagotas, tras no haberse enterado de la suspensión. Entre ellos una vecina de Navandrinal que se ha mostrado "resignada" con la situación.

La consejera de Sanidad, Verónica Casado, y el delegado territorial de la Junta, José Francisco Hernández, han pedido disculpas por la situación, que la han justificado a la espera de la decisión de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), siendo la úinica comunidad de España han adoptado este acuerdo, por lo que ha sido criticada por el Gobierno.