Aunque natural de la comarca burgalesa de la Bureba, a Ávila llegó desde Madrid. Estuvo casado con la maestra Emilia Nieto Pineda, quien falleció a los 68 años en 2011, una mujer también comprometida que fue presidenta de la Asociación Protectora de Animales de Ávila en el periodo 1998-2001, acompañada entonces por Isabel Martín como vicepresidenta. El matrimonio tuvo dos hijas, Teresa y Elena, quienes fueron educadas en un ambiente en el que se respiraba la cultura, tal y como recuerda Elena: «Mis padres siempre han cultivado en mí esa faceta cultural y también la pedagógica, porque los dos eran profesores y además mi padre era profesor de futuros profesores y cuando era pequeña, para entretenerme, me ponían a escribir cuentos y a ilustrarlos o a escribir cartas a la familia». 

Ahora, a propósito de la muerte del padre, viene a la memoria aquel artículo de Elena titulado «En uno de mis huesos», sobre la muerte y la vida que publicó en la revista ‘Lectambulos’ (11/04/2023), donde, ante la ‘tragedia’ por la pérdida de un ser querido, responde con esperanza: «¿Quién iba a decirme que aceptar la falta de sentido racional de la muerte daría paz a mi sinsentido emocional?».

Adentrados en la trayectoria vital de José María López, entrañable compañero de animaciones socio culturales, reseñamos aquí algunos aspectos puntuales, que seguro otros, familiares, alumnos, correligionarios, amigos, etc., enriquecerán con mayor hondura. Por nuestra parte, nos ocupamos de una pequeña parte de la herencia de luces y generosidad que nos dejó en el transitar por esta ciudad de acogida convertida en su verdadera casa y, dentro de ella, por la Escuela de Maestros, la Normal. Fue un hombre culto y divertido, y comprometido con causas progresistas de izquierdas y otras iniciativas culturales en favor de la creatividad literaria, lo que le llevó a participar en una amplia variedad de actividades actuando en seminarios, tertulias, conferencias y, como jurado, en concursos de relatos y certámenes teatrales, por ejemplo. 

Magisterio

Una de las primeras intervenciones públicas de José María López García como profesor de Lengua y Literatura tuvo lugar en la festividad de san José de Calasanz de 1976 celebrada en la Escuela Universitaria del Profesorado de EGB. Con tal motivo, compuso el Pregón de las Fiestas donde «resaltó el sentido comunitario de la fiesta» y anunció la conferencia de José Luis Martín Recuerda sobre el tema «El amor y la muerte en el teatro de García Lorca». El pregonero comenzó leyendo unos versos de un trovador francés del siglo XIII: «La esperanza del mañana, eso son mis fiestas». Más adelante, prosiguió: «La fiesta es el momento en que el grupo no tiene más remedio que alegrarse porque se sabe igual y se sabe uno y unido a todo el universo que le rodea» (DAV, 16 y 29/11/1976).

Doce años después, la misma suerte hizo que José María pronunciara la lección inaugural del curso 1988/1989, lo que realizó con el tema «Acerca de César Vallejo» (1892-1938), el poeta comunista y escritor peruano que revolucionó la poesía del siglo XX por el que sentía especial admiración (DAV, 20/10/1988). Así empieza el poema ‘Los heraldos negros’: «Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé! / Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, / la resaca de todo lo sufrido / se empozara en el alma... ¡Yo no sé!».

En la Escuela de Educación Universitaria de Educación de Ávila, aparte de la experiencia acumulada en las clases diarias y en la multitud de acontecimientos académicos que tuvieron lugar en el centro, José María López desarrolló importantes acciones en favor del magisterio y de la ciudad de acogida. En los periodos 19987-90 y 1990-93, desempeñó el cargo de subdirector de Planificación Académica y Docencia, en un equipo presidido por Serafín de Tapia, equipo también integrado por las subdirectoras Sonsoles Herrera (1987-190) e Inmaculada Lanchas (1990-93), más Luis Garcinuño como secretario. El nuevo equipo se propuso entonces «elevar el prestigio del centro, mejorar su funcionamiento, propiciar un contacto directo con los estudiantes, facilitar la formación y promoción personal a los jóvenes, contribuir a elevar el nivel cultural de la provincia, y propiciar que el maestro se dedique a la formación de las nuevas generaciones y el desarrollo cultural de los adultos» (DAV, 31/03/1987). Y vaya si trabajaron para ello.

En una segunda etapa (1999-2004), José María López sustituye en la dirección a Isabel Valdunquillo, y en la toma de posesión como director de la Escuela de Magisterio declaró que asumía el cargo «con la intención de continuar con la actividad que tiene la Escuela y mejorarla en lo posible con la vista puesta en los alumnos. Y que su actividad repercuta en la buena marcha cultural de la ciudad». Y fue así, como también en años sucesivos, cuando el centro educativo fue galardonado en 1999 con la Medalla de Oro de la Provincia. Con este motivo, José María López «evocó a quienes le permitieron llegar a tan feliz día, pero sobre todo, a los maestros de escuela, que son la más limpia justificación y el mayor orgullo de la Escuela. Ellos son el verdadero motivo de concesión de la medalla» (DAV, 28/03/1999). Y a los alumnos se dirigía en las distintas ceremonias de graduación con especial atención y ánimo ante el nuevo reto de su vida que era la inserción en el mundo laboral (DAV, 28/05/2000).

Con la entrada en vigor de la Ley Orgánica de Universidades (LOU, 2001) el equipo que dirigía José María López no pudo renovar sus cargos en 2004. Aún así, se presentó una candidatura integrada por el mismo y Sonsoles Herrera, Francisco Javier Jiménez, Inmaculada Lanchas y Juan Manuel Sánchez, quienes sabían que serían excluidos. Ello supuso, según ellos, «un paso atrás en la democratización de la universidad», ya que no se consideraba lógico «vincular la capacidad de gestión a un título académico», para discriminar a un grupo que ha estado desarrollando estas tareas en la Escuela de Educación desde 1997. Se abría entonces una nueva etapa (2004-2008) en la Escuela con la dirección de Justo Bolekia Boleka, de Guinea Ecuatorial (DAV, 14.01.2004).

Literatura activa

Más allá de las aulas de Magisterio, y aparte de impartir clase de lengua y literatura en los programas académicos, José María López participa en los más variados campos de las letras, donde contacta con amigos, compañeros y público en general propiciando y participando activamente de una literatura viva. 

Estamos en 1982, y Ávila celebra el IV Centenario de la muerte de San Teresa de Jesús.  Con tal motivo, José María López escribió el comic «Vida de Santa Teresa contada de un tirón por Dña. Segunda su vecina y amiga», con ilustraciones del pintor Miguel Ángel Gómez. En dicho comic, con el objetivo principal de dar a conocer la vida de Teresa, se cuenta la vida de la santa desde la voz narrativa de su vecina Segunda, lo que «permite al lector conocer algunas aportaciones teresianas relevantes como el símil de la oración con las maneras de regar el huerto con la cómica ilustración de Dña. Segunda extrayendo el agua del pozo. Los detalles humorísticos de la narración hacen que sea una lectura amena y a su vez con su mensaje espiritual. Dejan ver a la mujer antes que a la santa, sin dejar de resaltar esta última», reseñan Mª Ángeles Martín y Débora Rascón en el Anuario de Investigación en Literatura Infantil y Juvenil (AILIJ) de la Universidad de Vigo, 2015.

En 1985, José María López es nombrado miembro colaborador de la Institución Gran Duque de Alba, organismo dependiente de la Diputación Provincial dedicado a la investigación y la cultura abulenses, nombramiento que se produce en la asamblea general celebrada en Arévalo, integrándose entonces en el área de Humanidades, sección Literatura. En dicha asamblea intervino a propósito de la antología reunida por Jesús Hedo de la obra del escritor, poeta y traductor de Montejo de Arévalo, Nicasio Hernández Luquero (1884-1975). De él destacó su figura como «traductor de los primeros manifiestos futuristas, lector de libros clásicos, buen conversador, amigo de tertulias, hombre culto, profundamente civilizado y amante de Arévalo» (DAV, 28/12/1985). Y Arévalo es así recordado por el escritor morañego: «ese pueblo castellano de mis amores, de mi infancia, allí terminé el bachillerato e hice mis primeras travesuras con mis compañeros de colegio y experimenté las primeras delectaciones paseando por sus pinares».

La participación de José María López en las mesas redondas del II Seminario de Literatura Española, organizado en 1985 por el Centro Asociado de la UNED en Ávila y la Fundación Pública Santa Teresa, es una nueva oportunidad de fomento y promoción literaria, lo que hace en esta ocasión junto a Francisco Ayala, Alberti, Caballero Bonal, Ana Mª Matute, García Hortelano, Juan Benet y Torrente Ballester (DAV, 13/04/1985). En otro momento, coordinó el Curso 1990/1991 de actualización científica y didáctica en lengua y literatura españolas, organizado por la subdirección General de Formación del Profesorado (DAV, 11/06/1990).  Años después, en 2001, en el seno de la Escuela Universitaria de Educación, y en medido de otros cursos y seminarios en los que participa, el profesor José María López dirige el «Curso de introducción al psicoanálisis», destinado, fundamentalmente, a estudiantes de la Universidad y a profesionales de la enseñanza. 

En 1998, el profesor José María entra a formar parte del consejo de redacción de los primeros números la revista cultural El Cobaya, siendo otros miembros el concejal de Cultura Antolín Sanz, Fernando Luis Fernández Blanco y Luis Garcinuño con dirección de José Marñia Muñoz Quirós. La revista, editada por el Ayuntamiento de Ávila y que ya va por el número 35, presta especial atención a la creación literaria y a la poesía, resumiéndose su ideario en el editorial del primer número: «Las murallas centenarias de Ávila se abren de par en par a los anchos horizontes de la palabra universal y eterna, a la emoción y a la belleza, al lenguaje creador y al mundo de las ideas», y a la vez convertirse en referencia cultural de toda España.

La «Trascendencia literaria de El Quijote», su libro de cabecera y la primera novela moderna que sigue influyendo imperecederamente en la literatura, fue el título de la conferencia impartida por el profesor José María López en el ciclo conmemorativo del IV Centenario de la publicación del libro de Cervantes bajo el título «El Quijote: tradición e innovación», organizado por la Asociación de Antiguos Alumnos de la Universidad de la Experiencia. Otros conferenciantes fueron, José Luis Gutiérrez Robledo, Julio Valdeón Baruque, Carlos Aganzo, Muñoz Quirós, y José Manuel Sánchez Caro (DAV, 9/02/2005). Una nueva convocatoria de los Antiguos Alumnos y Exalumnos de la Universidad de la Experiencia de 2006 permitieron a José María López y a Gonzalo Martín García conferenciar sobre el ‘Camino del Cid’, un ciclo dedicado a ahondar en el conocimiento de la figura de Rodrigo Díaz de Vivar y los distintos espacios que protagonizaron sus hazañas (DAV, 26/10/2006). 

El especial atractivo que siente por la literatura oral le lleva a publicar el libro «Antentú la de la falda azul». Hojas de folklore infantil de Ávila (Fundación Cultural Santa Teresa, 2003) en colaboración con José Luis Hernández Pérez y Sonsoles Herrera Pindado, con ilustraciones de Marina Hernández García. La obra recoge una rica y variada muestra de literatura tradicional abulense en torno al ciclo de la infancia: nanas, canciones de corro y comba, juegos, nanas, romances, trabalenguas, adivinanzas, etc. El libro comienza con citas de Antonio Machado (“Yo escucho los cantos”) y de Gabriel Celaya (“La voz de los niños”) con «la invitación al lector a dar un paseo por los interiores de nuestra memoria colectiva presente y actuante». Ahí va la primera canción: «La señorita Lola / como es tan formal / lleva los perros a misa / y los gatos a confesar…».

El activismo literario de José María López se ha mantenido vivo hasta su muerte, como demuestra, por ejemplo, su participación en el programa de lectura para personas con problemas de visión, o en animadas y frecuentes tertulias, las últimas en la Dehesa de Pancorbo, así como su continua intervención como jurado en concursos literarios. Cuenta Pablo Garcinuño en un sentido obituario cómo José María se preparaba las lecturas en voz alta para los oídos de los que no pueden ver.

«Elegía fragmentos, medía tiempos, ponía el contexto. Era un general en alguna batalla lejana, controlando hasta el mínimo detalle de una guerra perdida de antemano». De esta etapa, Garcinuño rememora: «Él era una Odisea enterita, un Quijote burlón, una Celestina con demonio, un Lazarillo sin dientes. Él era diez siglos de literatura en dos patas torpes y un bastón». 

En cuanto a los encuentros de Pancorbo, José María González Suárez cuenta que «a principios del verano de 2024, tomando un vino juntos, algun@s amig@s, se nos ocurrió socializar periódicamente con l@s demás amig@s y cercan@s con un encuentro mañanero ruralizado en la Dehesa de Pancorbo, con un aperitivo y con lecturas a cargo  de José María López, especialmente la primera vez». Y así surgieron los encuentros ruralizados que cada trimestre tienen lugar en el mesón de la Dehesa de Pancorbo titulados “Tierra de Letras”. Y suspendido el VI Encuentro que se iba a celebrar este 16 de diciembre, todos quedan emplazados al martes 24 de marzo de 2026 para homenajear la figura de José María.

Jurado de relatos

Otra faceta de José María López García de participación y colaboración con otras iniciativas la encontramos en sus intervenciones como miembro del jurado que ha de fallar los más variados concursos literarios, aparte de que lo hiciera como miembro de los tribunales de oposiciones como era normal. Algunos ejemplos los tenemos en el I Certamen de Cuentos Cortos para Adultos organizado por Radio Nacional de España de Ávila (1990); y en el II Concurso de Cuentos Vicente Aleixandre del colegio de EGB de Las Navas del Marqués (1993); así como en IV Concurso «Caminar Conociendo» (1997), cuyos premios se entregaron durante el homenaje ofrecido al poeta Jacinto Herrero por la Junta de la Biblioteca de las Navas del Marqués con la intervención también de José Jiménez Lozano, coincidiendo con la ‘Semana del Libro’. Estas actividades se repitieron en Las Navas en años sucesivos, en los que José María estuvo acompañado por Ana Agustín (poeta y periodista) y los profesores y escritores Francisco Ruiz de Pablos y Ovidio Pérez Martín, como ocurrió en el año 2000, coincidiendo con la Semana del Libro y una exposición de la épica en la literatura iraní.

En 2012 nace la asociación ‘Ávila Abierta’ con el fin de «establecer una vía alternativa para la difusión de la cultura, fomentar el pensamiento crítico,  facilitar un punto de encuentro para personas que comparten los mismos intereses culturales, y promover y realizar actividades culturales», y ahí estaba José María López. Y, como era de esperar, participa en la convocatoria de un concurso de microrrelatos donde interviene como jurado. Los temas de las cuatro últimas convocatorias fueron  ‘Avilapluma’ (2013), ‘ÁvilaMeMata’ (2015), ‘Ávila 2069’ (2017) y ‘Ávila Pasionabierta’ (2019), a cuyos argumentos se añadía que en la trama debía establecerse al algún tipo de relación con nuestra ciudad. Otros miembros de los jurados que le acompañaron fueron César Díez Serrano, Juan de la Cruz Mayo Garcinuño, Rafael Sánchez, Pablo Garcinuño, José Antonio Navarro y José Antonio Bernaldo de Quirós.

En la entrega de premios de la primera edición del concurso de Ávila Abierta, José María nos introduce en la aventura de escribir como incentivo para que la gente se anime a ello, pues es una forma de sujetar las cosas en la memoria, de fantasear, de clarificar ideas y de buscar las palabras que mejor lo expresen. Para ello, recomienda la lectura como la mejor herramienta. Como ejemplos para construir relatos cita el prólogo de la segunda parte del Quijote, en el que Cervantes comienza contando un cuento. 

Como muestra de brevedad en la escritura, más difícil que escribir un texto largo, señala el poema de Juan Ramón Jiménez «¡No le toques ya más, / que así es la rosa!». Y como incentivo a lo útil que es escribir, nos remite a la introducción que hace Bécquer a su libro de las rimas: «Por los tenebrosos rincones de mi cerebro, acurrucados y desnudos, duermen los extravagantes hijos de mi fantasía, esperando en silencio que el arte los vista de la palabra para poderse presentar decentes en la escena del mundo».

Finalmente, con aquellos mimbres, José María López intervino como jurado en el IV Concurso de Relato Breve’2023 «Horizontes» de temática libre, convocado por el Centro de Estudios Bercialeños ‘El Calvache’, de Bercial de Zapardiel (Ávila). A esta convocatoria se presentaron 279 relatos, los cuales fueron escudriñados también por el escritor Cristóbal Medina y uno mismo, en un laborioso trabajo en el que tuvimos el honor de contar con su sabiduría y experiencia. Sobre ello, quien suscribe construyó el universo Bercial, texto que se publicó en este Diario (DAV, 27/08/2023), donde decía respecto al conjunto de relatos: 

«Descubrimos un sorprendente universo de palabras y nombres con los que componer un rico imaginario de personajes, autores ideales de lecturas inspiradoras, lugares vivenciales de habitantes de fábula, plasticidades, películas y músicas. Todo un microcosmos formado por vocablos viajeros que se acomodan en los relatos, los cuales nos transportan a un mundo de fantasía en el que se agolpan voces que surgen a borbotones en una multiplicidad y dispar narrativa. A partir de aquí, y con estas mimbres, construimos el Universo Bercial. En él se incluyen las poblaciones convertidas en escenarios discursivos y espacios novelescos, y se confecciona un padrón con el nombre de pila de un vecindario que quiere salir del anonimato entre libros, historias de película, músicas y recuerdos». Y José María dijo: «Acabo de leer “Universo Bercial”.  ¡¡Qué mérito tienes!!»

Teatro

Especial recuerdo para uno tiene la intervención de José María López como miembro del Jurado del Certamen de Teatro Infantil de Mingorría, lo que hizo junto a más de un centenar de «sesudos» miembros que formaron los jurados oficiales que se sucedieron a lo largo de veintisiete ediciones (1993-2019) asumiendo la ardua tarea de seleccionar y valorar a los grupos que merecían ser premiados.

Otros miembros que formaron parte de dichos jurados fueron maestros y profesores; autores, directores y actores y críticos teatrales; narradores y poetas; y aficionados y voluntarios entusiastas, tales como Francisco Ruiz de Pablos (profesor y escritor), Isaac Muñoz Quirós (profesor), Ana González Sanchidrián (diplomada en Magisterio), Adolfo Yáñez (escritor), Emilio Sánchez (actor) (Domingo del Prado (escritor), Clara Sastre (Maestra), Maite García (directora teatral), Juan Carlos del Pozo (crítico teatral). etc. Y cuando lamentamos la muerte del amigo Paco Ruiz de Pablos en estas mismas páginas (DAV, 3/09/2023) contestó sobre ello: «Gracias por el envío y gracias, sobre todo, por tu buen hacer. Leyendo tu “tribuna” he convivido un buen rato con Paco, un rato lleno de melancolía y de nostalgia pero, todavía, lleno de presencia. Un buen rato contigo y con él: Gracias».

De la misma manera, cuando escribimos la crónica de aquella extraordinaria convocatoria cultural que fue el Certamen de Teatro Infantil de Mingorría (DAV, 28/01/2024), José María López apuntó: «Gracias, impagable Cronista, por tu crónica del teatro escolar de Ávila. Gracias por el minucioso y preciso detalle de su concreción en Mingorría, que fue tan grande. Esperemos que actividades tan agradables y provechosas, renazcan. Para ello, vienen muy bien páginas como estas tuyas». 

Y a propósito del teatro, José María nos cuenta: «Sucedió una tarde del año 67 en el teatro María Guerrero. Allí se representaban tres obras breves de Valle Inclán: La Cabeza del Bautista, La enamorada del rey y La Rosa de Papel. Estoy seguro y podría enumerar otras representaciones de, quizá, más calidad y, sin duda, más innovadoras que aquella pero ninguna me ha impresionado tanto. Aquel día, descubrí la grandeza del teatro como medio de comunicación y quedé deslumbrado por la sensación de belleza que puede originarse en y con las palabras dichas, pronunciadas, vivificadas desde el texto escrito» (Donoso escrutinio, 2017). Es la misma sensación que experimentamos y compartimos en la contemplación de los cientos de obras que se representaron en el Certamen de Mingorría.  

'De mis lecturas o de mis nostalgias'. Con este título, José María López nos dejó como albaceas, y a sus hijas como herederas, el testamento de sus preferencias literarias acumuladas en su biblioteca a lo largo de toda una vida dedicada a la literatura, lo que hizo el 21 de febrero de 2017 en el IV Ciclo de Conferencias en la Biblioteca Pública de Ávila “El Donoso escrutinio”: «Fue que me pareció muy oportuno, ya que estaba metido en recuerdos y escrutinios, digo que me pareció que era el momento de hacer una selección de aquellos libros que merecería la pena que mis hijas conservaran el día que yo me vaya, polvo al polvo. Esto es muy fácil de hacer: se hacen dos montones y, por una vez, los de la derecha se tiran al fuego eterno y los benditos de la izquierda se conservan».

Así fue que en el escrutinio de José María, que bien merece una lectura aparte por sus interesantes acotaciones, se salvaron el Romancero  y la literatura oral, y las obras de, entre otros, Cervantes (Don Quijote), de Clarín (Adiós Cordera y La Regenta), Galdós (Misericordia, Torquemada, etc.), Valle Inclán (La corte de los Milagros), Juan Ramón Jiménez (Platero), Alarcón, Kafka, Adelaida García Morales, Borges, García Márquez, Cortázar (Rayuela), Garcilaso, Quevedo, Góngora, Bécquer, Machado, Lorca, Gamoneda y Ángel González. De este último destaca el poema “Me basta así”: «Si yo fuese Dios / y tuviese el secreto, / haría un ser exacto a ti».

Premio de la Asociación La Sombra del Ciprés

En la edición de 2023, José María López recibe uno de los galardones literarios y culturales más especiales de Ávila que cada año otorga la Asociación de Novelistas Abulenses ‘La Sombra del Ciprés’. Con ellos, se reconoce a escritores, libreros, músicos y divulgadores por su labor cultural en la provincia. En esta ocasión, el premio que lleva por nombre el título de una obra de Delibes «Mi vida al aire libre» fue concedido al profesor de literatura de la Escuela de Magisterio de Ávila, por su “larga carrera en las aulas” en la que durante más de cuatro décadas propició el amor por la literatura.

Al recibir el premio, José María, con mucho sentido del humor, dijo: «es mejor recibir un premio que una pedrada». Y añadió que el premio era «algo muy inesperado, pero muy agradable» y, que aunque estaba desconcertado, manifestó su agradecimiento por el hecho de que  «alguien recuerde el trabajo en las aulas». Otros premiados en esta edición fueron el poeta Luis Alberto de Cuenca, el guionista David Galán Galindo, el escritor José Manuel Espinosa Pérez, la Librería Atenea, el actor, director y dramaturgo Alfonso Pindado Jiménez, y el poeta Juan Pedro Fernández Blanco, concedido a título póstumo.

Militancia sociopolítica y cultural

Alguna de las múltiples causas con las que José María López se comprometió, cabe citar las que siguen, por la repercusión pública que tuvo y sin ánimo de protagonismo de ningún tipo, y solo como significación de algunos aspectos de su trayectoria activista.  Así, defendió el pacifismo en Ávila con su adhesión pública en 1986 al Manifiesto de la Plataforma Cívica por la salida de España de OTAN, junto a numerosos hombres y mujeres de las más variadas esferas sociales, donde apostaba por la «convivencia pacífica en las relaciones entre España y todos los pueblos de la Tierra saliendo de la OTAN como mejor contribución a la Paz y la distensión Mundial» (DAV, 22/02/1986). Manifiesto este que, tristemente, hoy sigue vivo en la ‘lucha’ en favor de la paz en Palestina, igual que antes en 2003 se produjo frente a la guerra de Irak, por ejemplo. 

De la misma manera, José María López se sumó también junto a numerosos abulenses al Manifiesto de apoyo al alcalde de El Barco de Ávila Antonino González Canalejo, frente a la condena judicial sufrida por «defender los bienes del común y los intereses de su pueblo con dignidad y honestidad» (DAV, 11/02/1988). Ya entonces, hace casi cuarenta años, se decía en dicho manifiesto que «en la mente de todos están las recientes decisiones judiciales, que no han contribuido precisamente a crear en los ciudadanos la necesaria confianza en la Administración de Justicia». Adversidad aquella que recuerda hoy a lo ocurrido con la condena al Fiscal General del Estado.

Un nuevo llamamiento que contó con el apoyo de José María fue la reclamación en favor de la Protección y remodelación de antigua Fábrica de Harinas de Ávila suscrita por casi un centenar de firmas. Reivindicación esta que se hizo atendiendo a que «Ávila, Ciudad Patrimonio de la Humanidad, testigo de muchos años de historia que se reflejan en sus calles y plazas, ha sufrido y está sufriendo pérdidas importantes de edificios y elementos urbanos; parte que integran un todo y que conforman su valor histórico-artístico» (DAV, 7 y 14/05/1992). Aquella protesta no prosperó y la fábrica fue demolida en 1994 y 1996. Por otra parte, el pasado 6 de diciembre de 2025, Ávila, sin Fábrica de Harinas, acaba de celebrar 40 años de la declaración como ciudad Patrimonio de la Humanidad. 

Finalmente, José María López también se implicó en la política municipal de la capital concurriendo en puestos de refuerzo y apoyo en las listas de Izquierda Unida en sucesivas convocatorias, la última en 2019, con el fin de contribuir de alguna forma a «terminar con el despilfarro y el clientelismo, proteger y mejorar el medio ambiente, defender el estado del bienestar, conseguir una gestión eficaz y transparente del agua, los presupuestos, los servicios, etc., luchar contra la despoblación creando empleo en los sectores ‘verdes’ (energía renovable, agricultura y ganadería ecológica, cuidados, cultura, rehabilitación edificios, etc.)», se decía en el programa electoral.