La Administración autonómica no entra a valorar las acusaciones del Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) y afirma que existe un protocolo denominado Actuación ante Situaciones de Violencia en el Trabajo, que “se aplica siempre que cualquier trabajador comunica una situación” de este tipo, que en este caso fue contra una técnico en cuidados de enfermería (TCE) desde hacía dos años.

Cuando se activa el protocolo, según la Delegación Territorial, se crea una comisión en la que participa el servicio de salud laboral, que “investiga y toma medidas”. Según la Junta, “así se hizo en este caso hace tiempo”. No obstante, la Delegación asegura que si se produjeran nuevas incidencias, “se investigarán y se tomarán medidas como en todos los casos”, insistiendo en que ya se implementaron actuaciones cuando se comunicó la situación.

La respuesta de la Junta obedece a la denuncia pública de SAE acerca de que una de sus afiliadas ha sido víctima durante más de dos años de “insultos, vejaciones, desprecio continuo e intimidaciones” por parte del familiar de un residente. Según el sindicato, la situación llegó a un punto crítico cuando la trabajadora fue “atacada físicamente” por la persona denunciada.

Ante este escenario, la organización sindical sostiene que tanto la profesional como sus compañeras informaron “en varias ocasiones” a la dirección del centro, sin que se adoptaran medidas efectivas para frenar las agresiones. Según el comunicado, la única respuesta fue “imponer a la agresora un distanciamiento de la trabajadora durante 15 días y pedir a las profesionales que le den un voto de confianza”.

El sindicato recalca que “la situación, cada vez más grave, ha provocado la baja de la profesional, sometida a importantes episodios de estrés, ansiedad y temor al tener que enfrentarse diariamente a su agresora”.