Gemma Orgaz, al frente de la librería Letras de Ávila, cuenta que el plan de reutilización de libros ayuda a que los colegios puedan prestar ejemplares a los alumnos. “Hasta ahora no saben qué libros les tocan y cuáles tendrán que pedir aparte”, ha explicado. El problema, dice, es que cada cuatro años las editoriales cambian los manuales, lo que obliga a los centros a ir dejando atrás las ediciones antiguas. Aun así, el ahorro puede ser grande: “si se esperan al Releo pueden ahorrarse entre 150 y 200 euros”.

Entre los padres que estos días buscan cómo cuadrar cuentas está Diego Sánchez. Explica que en su casa intentan aprovechar todo lo del año pasado porque tienen un hijo en el colegio y otro en el instituto. No lo ven como una opción “más barata”, sino como una forma de reutilizar lo que ya tienen, aunque todavía esperan la lista de libros del pequeño. “El año pasado también reutilizamos; cada niño se deja unos 470 euros aproximadamente y solo en material escolar gastamos otros 100”, asegura. Su mujer, Valentina, añade que la situación es siempre la misma: los gastos se disparan y hacen falta malabares para llegar a fin de mes.

Orgaz también recuerda que los precios de los libros casi nunca bajan. “Las editoriales nunca los reducen; como mucho suben céntimos o incluso un euro cada año”, dice. Y aunque a veces parece que se intenta mantener las tarifas, la realidad es que la tendencia siempre va hacia arriba. De media, las familias gastan entre 200 y 400 euros por curso, dependiendo del centro y del número de asignaturas. “Hay cursos con hasta 13 libros. En primero y segundo de Primaria o en la ESO suele ser más caro porque hay muchas materias y prácticamente no se pueden reutilizar los ejemplares”, explica.

En Bachillerato, aunque hay menos asignaturas, los precios dependen de las editoriales y de los materiales que cada instituto decida usar. Y si hablamos de familias con dos o tres hijos, la cuenta puede acercarse fácilmente a los 1.000 euros entre libros y material escolar. Los libreros, además, sacan poco margen de los libros de texto, apenas un 10%. “Lo que deja más beneficio es el material escolar: mochilas, estuches, archivadores, bolígrafos, rotuladores… y eso también sube cada año”, comenta Orgaz.

Ante este panorama, muchos padres se ven obligados a buscar alternativas o a retrasar los pedidos. “Los profesores intentan alargar los libros lo máximo posible para que la educación sea más asequible, pero mientras las editoriales sigan renovándolos cada pocos años, la realidad es la que es”, resume la librera.

Con el inicio de curso a la vuelta de la esquina, se esperan días de mucha actividad en las librerías de Ávila, donde todavía quedan muchas compras pendientes. Según la Unión de Consumidores de Arévalo (UCE), los precios han aumentado este curso en un 1,53% y el gasto por alumno es de al menos de 830 euros.