Las llamas avanzaron a un ritmo de 35 metros por minuto, cubriendo una distancia de 3,5 kilómetros, según Medio Ambiente. El incendio forestal, declarado el viernes bajo el nivel 2 del Índice de Gravedad Potencial (IGR-2) y que a última hora de la tarde del sábado fue rebajado a nivel 1, se inició por tres focos que salieron de la carretera CL- 505 en las proximidades del alto de Valdelavía, concretamente en el Cerro de los Burros. 

Las rachas de viento del suroeste favorecieron su fulminante expansión en dirección noreste, extendiéndose por una zona de pastos y matorral, donde predominan los piornos serranos y alcanzando varias zonas de pinos.

El fuego en su avance veloz alcanzó también el parque eólico que se encuentra entre las fincas de Valdelavía y Valdihuelos, desde allí se propagó hacia una área de repoblación de pino silvestre situada en la finca de Ciervos, ya dentro del término municipal de Ávila capital. Desde ese punto, las llamas avanzaron abriéndose en dos direcciones, una hacia el noreste hasta el embalse de Serones y la otra como cabeza hacia la localidad de Urraca-Miguel.

En su trayectoria de cabeza, el fuego cruzó la carretera AV-500 y continuo hacia el municipio de Ojos Albos, llegando a contenerse en el cauce del río Voltoya, límite natural entre los municipios de Ávila y Ojos Albos. Gracias al duro trabajo de los medios de extinción y con la ayuda de haber soltado agua de la presa del embalse de Serones.

La zona afectada por el fuego se caracteriza por estar ocupada por grandes fincas ganaderas de vacuno en extensivo, como son las de Cermuño, Valdihuelo, Ciervos, Valdelavía de Arriba y Serones. Además, el fuego ha afectado a los pastos comunales pertenecientes a la localidad de Urraca-Miguel. En total se calcula que ha quemado 3.000 hectáreas.