El alcalde, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, ha mostrado en el Puesto de Mando Avanzado de Mediana de Voltoya su “máxima preocupación” por el riesgo de que las cenizas lleguen al embalse de Serones, uno de los tres puntos desde los que se abastece la ciudad.

“Nos preocupa porque el embalse de Serones es el embalse principal del cual se abastece de agua potable la ciudad de Ávila, y que ahora cenizas de esos rescoldos puedan llegar al agua y puedan contaminarlo y hacer que no tengamos agua potable en la ciudad”, ha advertido el regidor.

El fuego, que sigue activo, ha calcinado gran parte de la cuenca del río Voltoya, que desemboca en el embalse de Serones. “Las cenizas no han llegado a Serones pero están justamente en la orilla y falda” del embalse, en la margen izquierda si se mira hacia la presa, en una zona que se encuentra “toda quemada”. Según el alcalde, de las 3.000 hectáreas arrasadas, muchas de ellas se encuentran dentro del término municipal de Ávila y situadas precisamente en el entorno del embalse.

“Estamos muy preocupados porque es un problema importante el tema del abastecimiento de la ciudad y es algo que ya hemos conocido”, ha insistido Sánchez Cabrera, recordando el precedente del incendio en la Sierra de la Paramera, en Solosancho, donde se contaminaron las captaciones de agua.

Evitar las cenizas
El alcalde de Ávila ha trasladado su inquietud al Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI) celebrado en la mañana del sábado y ha solicitado que se implementen trabajos específicos para evitar la llegada de cenizas al agua de Serones. “Es una medida que podemos y debemos trabajar antes de que haya precipitaciones, para evitar que lleguen las cenizas a Serones y que no tengamos que tomar otras medidas”, ha recalcado.

En ese sentido, ha indicado que ha pedido el apoyo directo de la vicepresidenta primera de la Junta de Castilla y León, Isabel Blanco: “le he solicitado por favor que nos ayuden en esta medida” para “poner todas las cartas encima de la mesa para trabajar en la prevención”, ha indicado.

Sánchez Cabrera ha recordado que hace apenas unas semanas la ciudad tuvo que afrontar un episodio de contaminación del agua por manganeso, lo que obligó a utilizar de forma complementaria el sistema de captación de Fuentes Claras. Actualmente, Ávila se abastece de los embalses de Serones y Becerril.

“Para los alcaldes, una de las mayores preocupaciones que tenemos siempre es el abastecimiento de agua potable, y más en una provincia como la nuestra, en la cual es un bien escaso y las fuentes de captación no son muchas”, ha apuntado.

Soltar agua

En la noche del viernes se adoptó la decisión de liberar agua del embalse de Serones para colaborar en la extinción y frenar el avance de las llamas hacia Ojos Albos. Fue, según el alcalde, “una decisión muy importante que pidió el director técnico de extinción”, que consistió en “soltar algo de agua de la presa de Serones para poder ayudar a remojar la zona río abajo”. “No tuve ninguna duda de que teníamos que ser solidarios desde el Ayuntamiento de Ávila y colaborar con los medios de extinción”, ha asegurado.

El incendio mantiene aún fuera de sus casas a los vecinos del barrio anexionado de Urraca Miguel, mientras que la población de Ojos Albos ya ha podido regresar a sus viviendas. Sánchez Cabrera ha explicado que hay que “mantener su seguridad” y que no podrán volver “hasta que no esté garantizada al cien por cien”.

Según ha indicado, se trabaja con el objetivo de que el retorno se produzca a lo largo de la jornada de este sábado, una vez lo autoricen los técnicos de extinción y Protección Civil.

El regidor también ha enviado un mensaje de apoyo a los ganaderos de la zona, directamente afectados por la devastación del terreno. “Un mensaje de solidaridad con todos los ganaderos que se han visto afectados con esta zona, que están muy preocupados también por el ganado, por los pastos a futuro y por la PAC”, ha expresado.