Fue un montaje que trasladó por primera vez a la capital abulense una propuesta que ya ha triunfado en ciudades como Madrid. La escenografía fue uno de los elementos más llamativos del evento. La propuesta estética, propia del universo racing que define a Aleron Club, incluía una recreación de la muralla de Ávila construida con neumáticos a modo de guiño visual a la ciudad, y un monoplaza de Fórmula 1 presidiendo el centro del escenario bajo un sistema lumínico que sincronizaba visuales con cada compás.

La sesión arrancó con Helloworld!, también abulense, que ofreció una selección ecléctica de bases electrónicas con influencias del house melódico y el techno más atmosférico.

A continuación, el dúo Bluntz B2B Tasuik mostró una sesión a cuatro manos que destacó por su capacidad para alternar géneros, fusionar líneas rítmicas y anticipar la energía que llegaría con Selecta, pasada la medianoche.
Selecta desplegó su personal forma de entender la música electrónica: una sesión cargada de cambios de ritmo, referencias intergeneracionales y temas imprevisibles combinando dos o dos más piezas, que ellos llaman mashups.

Uno de los momentos más celebrados de la noche fue la presentación de una camiseta de edición limitada, de solo 100 unidades, creada en colaboración con el Real Ávila, con diseño retro y el logotipo original de la desaparecida Caja de Ávila, un guiño nostálgico que conectó con la memoria de quienes conocieron a la entidad financiera desaparecida en 2012.

Con esta cita, incluida en las Fiestas de Verano, Ávila se ha sumado al recorrido de Aleron Club, un concepto de fiesta que combina música electrónica y escenografía del motor. En este caso, el evento del sábado por la noche registró 2.500 espectadores.