El arquitecto de la diócesis de Ávila, Luis Carlos García Palomo, ha ofrecido los detalles sobre el derrumbe ocurrido en el muro norte de la Iglesia de San Andrés, tras el derrumbe ocurrido en el paño norte el pasado 25 de mayo.

Después de una primera evaluación el mismo día del derrumbe, se han identificado las causas principales de los daños. Según García Palomo, el derrumbe se produjo debido a la pérdida del relleno interior del muro, lo que provocó que una estructura de un metro de ancho se fragmentara en dos capas: una de 60 cm y otra de 30 cm, esta última de menor espesor y resistencia. El deterioro en la parte inferior de la capa más delgada generó una presión hacia el exterior, causando el pandeo y posterior colapso del muro.

La intervención propuesta tiene como objetivo primordial consolidar la estructura y devolverla a su estado original, priorizando tanto la preservación del edificio como la seguridad de los trabajadores en unas labores que se prevén comiencen en una semana, según ha manifestado el delegado territorial de la Junta, José Francisco Hernández.  

Debido a la considerable altura de los muros, que alcanza hasta diez metros en algunos tramos, se apuntalará el muro para garantizar la estabilidad durante las obras, de manera que los trabajadores no corran riesgos. 

“Teniendo en cuenta que una altura de un andamio normal son seis metros, y aquí nos encontramos con muros de más de ocho metros en inclinaciones que nos van a casi diez metros de altura, tienen que ser elementos especiales para sujetar, afianzar y asegurar las obras de trabajo”; ha manifestado el arquitecto de la diócesis.