Después de que el domingo se produjera este suceso que no ha provocado daños personales, Santonja ha acudido al lugar de los hechos, junto al director general de Patrimonio Cultural, Juan Carlos Prieto, para "conocer in situ" lo sucedido en este bien de interés cultural (BIC), declarado monumento nacional en 1923.

Tras señalar que este tipo de percances que afectan al patrimonio le "preocupan muchísimo" y le "desasosiegan", el consejero ha indicado que, después de conocer los primeros informes técnicos, todo parece indicar que lo ocurrido ha sido debido a un "debilitamiento estructural del muro exterior del lienzo norte", en contra de las primeras hipótesis, que apuntaban a las humedades.

"Es evidente que este percance no ha respondido ni a humedades, ni a lluvia, como había pensado al comienzo",  ha dicho Santonja, antes de señalar:  "Este tipo de percances no avisa, no hay forma humana de detectarlos, se producen cuando está de Dios, de improviso y así nos encontramos con él".

Cerrado al culto

Una vez comprobado el estado del muro tras el derrumbe de unos 90 metros cuadrados de la parte exterior, Santonja ha indicado que el tempo "está bien" en su parte interior. Pese a ello, la diócesis optó por cerrarlo al culto, como medida de precaución.

"Creo que es un percance que tiene una reparación que no va a ser demasiado onerosa en ningún sentido", ha apuntado el titular de Cultura, para después insistir: "Tengo una idea clara, que coincide con los técnicos. Es un debilitamiento estructural en una iglesia del XII, con cerca de 1.000 años y, en consecuencia, este tipo de percances suceden y van a seguir sucediendo".

Ante ello, el consejero cree que "lo que hay que hacer es reaccionar con inmediatez", que es lo que desde su punto de vista "se está haciendo".