Ante un retrato de Jorge Mario Bergoglio, el acto litúrgico ha tenido lugar a las 19,30 horas, antes de la misa, y ha contado con la participación de numerosos fieles, en una muestra de respeto y oración por el que ha sido pastor de la Iglesia durante 12 años de pontificado.

Desde que se ha conocido el fallecimiento del pontífice, la comunidad carmelita ha vivido con pesar la pérdida, en un templo reconocido como basílica menor en 2022. Dicha elevación coincidió con la celebración del año jubilar por el IV Centenario de la Beatificación de Santa Teresa de Jesús, otorgado por el propio papa Francisco.

El fallecimiento del pontífice ha activado los protocolos litúrgicos reservados a las basílicas pontificias. Desde se ha conocido la noticia, las campanas del templo han sonado por la mañana cada hora, hasta el mediodía, en señal de duelo y comunión con la Iglesia universal.

Además, se han retirado las insignias basilicales, conforme a la normativa litúrgica vigente, como signo de sede vacante en espera de la elección del nuevo pontífice.

El acto litúrgico ha supuesto el primer homenaje público al papa fallecido y ha tenido el significado de ser en un lugar particular significado espiritual, al tratarse del lugar de nacimiento de Santa Teresa de Jesús, cuya figura ha sido reiteradamente alabada y valorada por el propio pontífice argentino a lo largo de su pontificado.

Aunque el papa Francisco nunca visitó Ávila, ha mantenido una estrecha relación con la ciudad y con la espiritualidad teresiana, porque ha enviado múltiples mensajes a la diócesis con motivo del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa, y concedió varios años jubilares teresianos y el de carácter permanente.