Varios cientos de penitentes han acudido a la cita penitencial que ha dado la vuelta a la muralla, tras partir de la catedral a las 5,30 horas de la madrugada, acompañando a la talla del Santísimo Cristo de los Ajusticiados, imagen que acompañaba a los reos condenados a muerte en sus últimas horas.

De la mano del Patronato de la Santa Vera Cruz, la comitiva ha avanzado entre la noche para descubrir, al final y llegando al Paseo del Rastro, las primeras luces del Viernes Santo.

No hay música. Solo pasos. Lentos. De penitencia. Varios miles de personas han caminado en silencio. Algunas con velas, otras con rosarios. Todas han cargado con algo dentro que no siempre se puede explicar. El camino se ha mezclado con las oraciones, y las 14 estaciones del viacrucis han marcado el recorrido de la madrugada.

Diversas asociaciones eclesiales se han sumado, Manos Unidas, la Adoración Nocturna, Medalla Milagrosa, entre otras, pero con el foco en la cruz. La transmisión por parte de la Cadena Cope ha permitido a los asistentes seguir el viacrucis, dada la longitud de la comitiva.

Así, la muralla, testigo de tantas vigilias, ha vuelto a abrazar el recorrido de penitencia que hace un año no pudo salir del templo catedralicio.