Las dos plantas están situadas en términos municipales colindantes con el de Arévalo, afectando a toda la comarca, según señalan ambos colectivos que se paralicen las autorizaciones de todas las plantas mientras no exista una "regulación garantista", porque "después ya no habrá remedio".

 
"La Junta de Castilla y León debe entender que, sin un medio rural protegido, no habrá planeta seguro", aseguran estas plataformas que han unido sus fuerzas para "proteger la salud de los vecinos" de la comarca.

El viernes pasado, la Plataforma por la Sanidad Pública de La Moraña se sumó a la concentración organizada por Stop Biometano en la plaza del Real de Arévalo. "Consideramos una buena noticia la moción conjunta que aprobaron por unanimidad todos los grupos políticos del Ayuntamiento de Arévalo", señalan desde este colectivo, cuya portavoz, Blanca Alonso, asegura que estarán "vigilantes para que la Junta cumpla con su deber".

En este contexto, recuerdan que "ordenar el territorio es una competencia exclusiva de la Junta de Castilla y León", que es la administración pública que "debe establecer los criterios para el despliegue de las plantas de biogás, biometano, energías renovables y resto de actividades productivas y extractivas".

Ese despliegue "debe ser compatible con la protección del paisaje, del medio natural, del agua y de la forma de vida de los vecinos de la zona", señalan, antes de instar a la Junta a que "garantice las oportunidades de desarrollo y la calidad de vida que ofrece nuestro medio rural".

 
"Desde la Plataforma por la Sanidad Pública La Moraña exigimos que, mientras no se cumpla todo lo anterior, se deben paralizar las autorizaciones de todas las plantas porque después ya no habrá remedio", concluyen.