Los empleados de la empresa tienen pendientes de recibir el pago de dos nóminas mensuales, pero a los trabajadores despedidos por un expediente de regulación de empleo (ERE) les adeudan tres mensualidades.

La empresa contaba con 60 empleados, pero una redada de la Guardia Civil en octubre detectó que trabajaban diez mujeres nepalíes sin documentación, lo que hizo que la compañía alimentaria El Pozo, el mayor cliente, dejara de adquirir la producción, por lo que Pancho Mex aplicó un ERE a finales de año.

En la actualidad la empresa emplea a una treintena de personas. La protesta celebrada este jueves ha visibilizado el malestar de los afectados, que volverán a manifestarse el lunes.

Desde UGT se ha lamentado la situación de los trabajadores, sobre todo de quienes han sufrido el ERE, porque “se están viendo doblemente penalizados por la empresa, al verse primero privados de su puesto de trabajo y, ahora, con el impago de tres nóminas, lo que les está abocando a una situación dramática de insuficiencia de recursos económicos”.