Han pasado más de trece años desde que un estudio del Observatorio Socioeconómico puesto en marcha en julio de 2010 por la Universidad Católica y la Cámara de Comercio e Industria, llegara a la conclusión de que la estructura económica y productiva de la provincia de Ávila estaba más cerca de la de países emergentes que de la de países desarrollados.

Y es que Ávila, sustentada principalmente por el sector servicios, en el que trabaja el 80% de su población, y con especial énfasis en el turismo, la gastronomía y el comercio local, debía enfrentarse al reto de dejar atrás algunos de los aspectos más tradicionales de su economía. O, mejor dicho, de aprender a adaptarse a las nuevas tendencias que, con un poco de voluntad, pueden compaginar tradición y digitalización, en busca de un beneficio mutuo.

Digitalización en Ávila: un cambio necesario

La pandemia de Covid-19 tuvo un efecto catalizador que impulsó y aceleró la digitalización en todas las comunidades españolas. En una provincia como Ávila, con tanto peso del sector servicios, las consecuencias de la pandemia fueron especialmente perniciosas.

Sin embargo, sirvió para darle ese empujón que necesitaba para empezar a adoptar herramientas digitales, cuyo uso se ha acelerado de forma significativa en los últimos años en diversos sectores de la economía abulense. Por ejemplo, muchos restaurantes y hoteles emblemáticos del casco histórico de Ávila han mejorado su presencia online, lo que facilita la afluencia de visitantes a sus instalaciones.

Sin embargo, la digitalización también presenta desafíos importantes. Entre ellos, la conectividad en las zonas rurales de la provincia sigue siendo limitada, lo que dificulta el acceso a herramientas digitales. Además, muchos pequeños empresarios carecen de la formación necesaria para adoptar soluciones tecnológicas de forma eficiente.

Los más recientes datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) a través de ONTSI muestran un crecimiento en 2024 de las empresas que tienen presencia online. Tras varios años de estancamiento, se ha superado el 80%. Pero que, a estas alturas, aún haya casi un 20% de empresas sin página web, es una situación un tanto preocupante que, además, podría ser representativa de ciertas áreas de Ávila. Por ello, es fundamental que se impulsen programas de formación y subvenciones para que las empresas locales puedan adaptarse al entorno digital.

La importancia del apoyo a las empresas

En este contexto, proyectos como Acelera Pyme Rural, cuya tercera edición se ha celebrado en la localidad de Arévalo, juegan un papel fundamental. El objetivo de este plan, que cuenta con un presupuesto de 327.440 euros, financiados con fondos europeos Next Generation, es el de “facilitar la transformación digital de las empresas del entorno rural de la provincia de Ávila”.

Para ello, según la Diputación de Ávila, se van a llevar a cabo “labores de sensibilización y apoyo a las pymes y autónomos acerca de las ventajas y metodologías innovadoras que pueden implementar para la optimización del funcionamiento de sus negocios a través de la incorporación de las tecnologías de la información (TIC) en sus procesos”.

Los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia están también detrás del proyecto “Comercio activo”, destinado a modernizar y revitalizar el sector comercial en las zonas rurales de La Moraña y Barco-Piedrahíta.

Con una financiación de 449.000 euros, “Comercio activo” pretende abordar la transformación digital del sector comercial en el medio rural. Según el diputado provincial de Asuntos Europeos, Energía y Turismo, Armando García Cuenca, se centra en “la generación de empleo, el relevo generacional, la sostenibilidad, la omnicanalidad, el desabastecimiento y la experiencia de compra”.

Pagos virtuales, comercio y turismo

El crecimiento de los pagos virtuales, como las tarjetas contactless y las apps móviles, también están contribuyendo a la transformación del comercio y el turismo en Ávila. Estos métodos de pago reducen el riesgo de errores y aportan agilidad y seguridad, tanto a comerciantes como a clientes.

El auge de estos sistemas virtuales, especialmente en lo que respecta a las aplicaciones móviles, está asociado también al imparable crecimiento de sectores como el e-commerce, con la proliferación de tiendas online que aspiran a convertirse en el nuevo Amazon; o el juego en línea, un mercado donde cada vez son más los casinos online que admiten PayPal, Bizum, Apple Pay u otros métodos de pago digitales.

El turismo es, junto con el comercio, la piedra angular de la economía de Ávila, y es innegable que la digitalización ha mejorado la experiencia de los viajeros que visitan la región, así como la de los proveedores de servicios. Muchos de estos turistas provienen del extranjero, donde los pagos virtuales llevan mucho tiempo siendo la norma, y valoran la posibilidad de estas transacciones.

De hecho, según un informe de 2024, realizado por la Fintech PaynoPain, el 66 % de los usuarios prefiere usar billeteros móviles como Apple Pay o Google Pay para pagar. En España, solo un 10% paga en efectivo en su día a día, mientras que el 52% prefiere usar tarjeta de crédito o débito.

Pero, a pesar de los avances, Ávila se enfrenta a retos importantes. La brecha digital sigue siendo un problema, especialmente en las zonas rurales, donde la infraestructura tecnológica es limitada. Además, algunos sectores tradicionales muestran resistencia al cambio, lo que ralentiza la adopción de nuevas tecnologías.

Por eso, es importante que las instituciones impulsen programas de formación digital y conciencien a la población abulense de las ventajas de esta digitalización, que van desde atraer inversiones, generar empleo y llegar a nuevos mercados, hasta los beneficios para la economía local y el aumento de los ingresos tributarios.