Aquel atentado, que ahora vuelve a la actualidad tras el reconocimiento de sus autores, sobresaltó a los abulenses en la noche del 25 de septiembre de 2005, se produjo nueve meses después de que la cafetería La Fortaleza, en pleno centro de la capital abulense, se produjera una gran explosión en su interior en torno a las 13.30 horas.

Coincidiendo con el puente de la Constitución, los terroristas habían dejado en el altillo de los baños de este local un pequeño artefacto explosivo compuesto por un kilo de amonal. En el primer trimestre de 2004, muy cerca de allí, una hospedería aparecía como objetivo del terrorismo islámico en la investigación del 11-M.

Aquella explosión no dejó, afortunadamente, víctimas, al igual que la de la furgoneta que estalló nueve meses después en el polígono de Vicolozano, si bien la carga explosiva fue mucho mayor, provocando cuantiosos daños materiales en cuatro empresas: Ideco; Matchmind; DHL y, especialmente, Imcodávila, la imprenta de Duario de Ávila, editora regida en aquel momento por Aurelio Delgado, cuñado del expresidente del Gobierno, Adolfo Suárez.

Se da la circunstancia que aquella detonación, a las 22,01 horas del 25 de septiembre, tuvo lugar al día siguiente de la masiva jura de más de 2.000 policías en la cercana Escuela Nacional. Un comunicante anónimo, en nombre de ETA, había avisado previamente a Gara y a DYA, de la colocación de un coche-bomba. Según el Ministerio de Interior, las llamadas telefónicas se produjeron a las 21.19 horas y a las 21,20 horas. Inmediatamente después, el Cuerpo Nacional de Policía evacuó la zona donde estalló el artefacto. 

La furgoneta en la que había sido depositada una gran carga explosiva era una Renault Kangoo de color blanca, que quedó totalmente destrozada. Fue estacionada frente a la planta de impresión de Imcodávila. Los especialistas de explosivos de la Policía llegados desde Valladolid encontraron trozos de la furgoneta a 200 metros de distancia del lugar en el que fue aparcada, sin que hubiera otros vehículos estacionados en la zona.

Daños materiales

Los daños materiales afectaron a tres naves industriales tras la explosión de una carga explosiva que fue calificada inicialmente como "considerable". En la media hora que entre el aviso y la explosión, se evacuó a las pocas personas que estaban en el polígono, donde ese día había una actividad escasa.

Los daños materiales de la explosión afectaron principalmente a la empresa de software Matchmind, a donde acudieron los Técnicos Especialistas en Desmantelación de Explosivos (TEDAX) para inspeccionar la zona afectada.

Además, la explosión ocasionó daños materiales a cuatro empresas ubicadas en el polígono. Junto a Matchmind, Ideco, Imcodávila y la firma de mensajería DHL. Afortunadamente, esa noche sólo dos trabajadores se encontraban en las instalaciones de la imprenta, en la que entonces trabajaban diariamente en torno a un centenar de personas.