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'El sol con autoprotección', de Carlos de Gredos. 'El sol con autoprotección', de Carlos de Gredos.

‘La Tierra y el Sol con autoprotección’

Tribuna Domingo, 27 de Octubre de 2024 Tiempo de lectura:

---Carlos de Gredos es artista plástico, poeta y coordinador Centro de Arte y Naturaleza Cerro Gallinero.

Seamos conscientes o no nuestra vida transcurre con cierto grado de protección. 


En la exposición 'La Tierra y el Sol con autoprotección', clausurada recientemente en el Colegio de Arquitectos de Ávila, se distingue la protección de la autoprotección. De esta manera, ‘Los puños y el cerebro están protegidos’, lo mismo que ‘Las raíces están protegidas’. Las manos en el hacer, la mente en el pensar y en la transmisión de la Conciencia, lo mismo que las raíces de todo tipo, no solamente las vegetales sino las ancestrales. 


Otro tema muy diferente es el de la autoprotección que, siendo un tema muy humano, va mucho más allá de nuestra escala cotidiana. Si la Tierra no se hubiera autoprotegido, nuestra situación actual como especie estaría más al borde del colapso de lo que ya está, pero lo que resulta más incomprensible y paradójico es hablar de la autoprotección del Sol. Se supone que nuestras costumbres insanas poco pueden afectar al astro rey, aquel que nos ha dado la vida. En todas las culturas de la Tierra asimilado a la Divinidad. 


En la exposición se ha podido ver una gran esfera de 2 metros de diámetro que representa al Sol, forrada de aproximadamente 6 metros cúbicos de cardos seteros o corredores. Sus hojas espinosas son protectoras. ‘El Sol con autoprotección’ está en el aire entre un magnolio y un arce, el cual puede girar estando a disposición del viento, del viento del Espíritu. El Sol está formado por miles de pequeños soles, en nuestro caso como humanidad por millones de pequeños soles, nosotros y todos juntos formaríamos un único cuerpo solar del cual procedemos y al cual llegaremos. ¿La Divinidad de quién se protege? Como suele suceder en el propio enunciado de la pregunta está la respuesta, pues ese quien no hay que ir a buscarlo muy lejos, somos nosotros. Se tiene que proteger de sí mismo, es decir, de nosotros. Nosotros, su parte constitutiva, lo estamos perturbando con nuestras acciones en todas las escalas, la personal y la social, con nuestro olvido, desprecio y falta de atención.


Todas las obras están situadas en el patio donde el diálogo con el lugar refuerza su simbología. Así, ‘Las raíces están protegidas’ está colocada en el lugar en el que, en una columna ocupa el capitel, símbolo del eje del mundo y de poder. Del tiesto de arcilla invertido salen cardos protectores, como si la columna fuera el tronco y la tierra por inversión el cielo. Estamos en la tierra y al mismo tiempo en el cielo y por esta razón tanto el Sol como la Tierra se deben autoproteger y a nosotros mismos también, para que esto siga siendo así, hasta el descansado segundo viaje hasta el Origen. En ‘La Tierra con autoprotección’, el globo terráqueo protegido axialmente con dos cardos pende de la roldana para sacar el agua del pozo, el agua encima del agua. El agua, la vida, se tiene que autoproteger. ‘Los puños y el cerebro están protegidos’, son dos piedras calizas en el centro de un globo de cardos y también penden, en este caso, del badajo de una campana de bronce. La llamada y la compañía del tiempo. Que estén en esa compañía específica no es aleatorio, el cerebro necesita tiempo y espacio para desarrollarse, además de tranquilidad y lentitud, por eso la protección del ruido externo, por eso la suspensión en un equivalente a las campanadas de un reloj. Las manos del homo habilis van paralelas al desarrollo de su cerebro, sin límites, como la propia naturaleza.


En estos casi dos meses de exposición ha habido en Ávila días con una meteorología adversa, con días de extrema lluvia. Pareciera que el tiempo hubiera acompañado al espíritu de la exposición y al final al grandísimo sol no se le ha caído ningún pequeño sol, con protección y con autoprotección.


En el acto de presentación de la exposición se proyectó un vídeo en el que se muestra todo el proceso, desde que los cardos están en las praderas del Risquillo de Hoyocasero, se secan en el patio de Lino, bisabuelo artista del autor, hasta que se montan en el patio.

 

[Img #153005]                                                                                                                                                   

 

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