“Al menos esta vez, el señor Caro ha podido reunirse sentado, y no de pie en un pasillo como en otras ocasiones”, aunque el resultado del encuentro haya sido “el de siempre, pues ni de pie ni sentado el socialismo abulense es capaz de arrancar un solo compromiso al Gobierno en beneficio de Ávila, ni siquiera en una materia tan acuciante, sensible e importante para nuestra provincia como son las comunicaciones ferroviarias”.
García propone a Caro que se comprometa a “no aparecer en una fotografía más de una de sus estériles reuniones si no es para que sean los abulenses, y no él, los beneficiarios de ellas”.

También le pide que si “ya que no puede obtener compromisos para nuestra tierra, al menos recuerde al ministro de Transportes que tiene dos cartas de la Mesa del Ferrocarril de Ávila, una de febrero y otra de mayo, pidiéndole una reunión”, ante las que “el señor Puente ni se ha dignado a contestar, como tampoco lo ha hecho el delegado del Gobierno en Castilla y León”.

Presidente de ADIF
Por otra parte, el presidente provincial del PP, que hace unos días no dio importancia a que el alcalde de Hoyocasero haya sido condenado a un año de cárcel y afirmó que era una sanción administrativa cuando en realidad es una condena penal, ha criticado “las compañías de Caro” al reunirse con el presidente de ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), Ángel Contreras.

García dice que Contreras es con quien “había quedado Koldo el día que le detuvieron” en “una reunión pendiente desde febrero, cuando Koldo le contactó porque los dueños de la empresa Obras Públicas y Regadíos -los hermanos Daniel y Toño Fernández Menéndez, este último consejero del delegado del Gobierno en Andalucía- le pidieron que intermediara con el presidente de ADIF para conseguir un contrato”.

“También”, según asegura el presidente del PP, “es el mismo presidente de la empresa pública cuyos trabajadores denunciaron que se estaban amañando contratos al cambiar las puntuaciones técnicas de las empresas, de lo cual han aparecido mensajes y audios que lo demuestran y cuya conformidad firmaba, casualmente, el entonces director general de Conservación y Mantenimiento, Ángel Contreras”.