Justo a las cero horas del Miércoles Santo, el Ilustre Patronato de la Purísima Concepción, Santa María Magdalena y Ánimas del Purgatorio daba a conocer que el desfile procesional no podía salir a causa de la lluvia que caía en ese momento.

Ese recorrido en silencio hasta la ermita del Humilladero no pudo celebrarse, por lo que penitentes y devotos escucharon el cántico del miserere en la iglesia de la plaza de Santa Teresa, ante la imagen de Santa María Magdalena, obra anónima del siglo XVI que acompaña el desfile que se inició en 1995, y ante la presencia de las monjas de clausura Concepcionistas Franciscanas.

Las voces de la coral Amicus Meus, que suenan siempre en la madrugada ante el Humilladero, lo han hecho en esta ocasión a cubierto. El sonido roto de una carraca abrió y cerró el cántico religioso cargado de espiritualidad y que rememora la Pasión. 

Todos los desfiles procesionales del Martes Santo se vieron afectado por el mal tiempo: la procesión de la Estrella salió a la calle pero se vio interrumpida, y la de Medinaceli se canceló por la nieve que no dejaba de caer. VER PROCESIONES DEL MIÉRCOLES SANTO.