Del Sábado, 13 de Septiembre de 2025 al Domingo, 21 de Septiembre de 2025
La Guardia Civil ha esclarecido el asesinato de un anciano de 90 años, cuyo cadáver apareció dentro de un bidón cubierto de cal en Sotillo de la Adrada días después de su desaparición en septiembre.
Su cuidador fue detenido el 20 de septiembre como presunto autor del homicidio, a lo que se ha sumado el arresto de su esposa como cómplice por ocultar el cadáver. El móvil del crimen era la apropiación del patrimonio del fallecido por un valor aproximado de medio millón de euros, aunque en los primeros días tras el suceso no se determinó el móvil del crimen.
Después de cuatro meses se ha cerrado la investigación por el homicidio del anciano desaparecido de Sotillo en el mes de septiembre cuando, activado el dispositivo de búsqueda, fue hallado su cadáver Díaz después dentro de un bidón cubierto de cal en el interior del vehículo del presunto autor del homicidio, que era su cuidador, cuando intentaba ocultar el cuerpo en una finca de esta localidad.
En ese momento el detenido, que fue internado en la cárcel de Segovia, se autoinculpó y declaró que cuando regresaba del hospital con esta persona de avanzada edad, de la que se encargaba de su cuidado y atención, surgió una discusión, que terminó con su estrangulamiento con el cinturón de seguridad.
Otra versión
La versión de la mujer dio otra versión: que su marido se encargaba del cuidado del anciano y que, cuando le recogió de un hospital en julio y durante el trayecto al domicilio, el anciano empezó a encontrarse mal y murió en el coche. Ante su fallecimiento, declaró que su marido ocultó el cadáver en un trastero de un piso propiedad del matrimonio en la localidad de San Martín de Valdeiglesias (Madrid). Aunque exigió a su marido que contara lo sucedido a la Guardia Civil, él se negó y trasladó el cuerpo a otro lugar.
La operación Dolomía ha culminado, tras meses de investigación, con la detención también de la pareja del cuidador. Los agentes han podido constatar que esta mujer participó como cómplice del autor material del homicidio, al haberle ayudado a ocultar el cadáver para intentar evadirse de la justicia.
Cuando los agentes recibieron la alerta de desaparición en septiembre, se activó un dispositivo de búsqueda y localización por parte de la Guardia Civil. Pocos días después, los investigadores se desplazaron a una finca rústica del paraje conocido como Zarramudo, del término municipal de Sotillo de la Adrada. Allí se encontraron al sospechoso, el cuidador del anciano, junto a su vehículo con una caja de madera en su interior.
Caja de madera
Tras la inspección técnico ocular y la apertura de la caja de madera en presencia de la comitiva judicial, se comprobó que dentro había un bidón de plástico. De su interior se extrajo el cuerpo sin vida de una persona cubierto de cal. Y aunque a priori no pudo ser identificado, se observó que era un hombre de avanzada edad, posiblemente el desaparecido.
Trasladado al Instituto de Medicina Legal para practicarle la autopsia y determinar las causas y circunstancias de la muerte, así como su identidad, con los indicios obtenidos, se detuvo y puso a disposición judicial al cuidador del anciano como presunto autor de un delito de homicidio.
Móvil económico
La Guardia Civil realizó un registro en el domicilio del detenido en San Martín de Valdeiglesias, donde se intervino una cantidad superior a los 64.000 euros en efectivo. Con el objetivo de descubrir cuál era el origen de este dinero, se descubrió que se habían realizado numerosos reintegros en cajeros automáticos de las cuentas bancarias de la víctima una vez había fallecido.
Además, los agentes han podido concluir que el matrimonio tenía acceso a todas las cuentas y tarjetas bancarias de la víctima. Y así aprovecharon que el fallecido carecía de vínculos familiares y afectivos con otras personas para apropiarse de todo su patrimonio mediante engaño. También habían adquirido dos vehículos con el dinero del anciano e incluso le convencieron para poner un inmueble de su propiedad a su nombre.
Se ha podido estimar que, entre el dinero en efectivo y el patrimonio del que se habían apropiado, habrían llegado a conseguir unos 500.000 euros.
La operación ha sido desarrollada por el grupo de delitos contra las personas y el laboratorio de criminalística de la Policía Judicial de la Guardia Civil en Ávila, con la colaboración de la Policía Judicial de Arenas de San Pedro y los puestos de Sotillo de la Adrada y La Adrada. El caso se encuentra en manos de los juzgados de Móstoles (Madrid) después de que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Arenas e inhibiese en el caso.
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