Y es que los mayores a veces insisten más. “¡Chuches, chuches!”, exclamaba un padre a grito pelado en el Paseo del Dos de Mayo, cuando la carroza del rey Melchor ha hecho un alto en el camino. En ese momento, al otro lado, una mujer se ha situado detrás del todoterreno y ha empezado a recoger los caramelos del suelo de la propia carroza ante la mirada atónita del público.

“Está robando”, le ha gritado una madre en tono jocoso desde la acera. La mujer no ha dudado en responder: “sí, pero al Ayuntamiento”, lo que ha servido para que todas las miradas se centrasen en ella, que rebañaba los dulces. “¡Que nos deja sin caramelos, que son baratos!”, la han dicho de nuevo en broma. 

Y a todo esto el vehículo no podía seguir su marcha, por lo que un bombero que ocupaba el vehículo del Servicio de Extinción de Incendios ha tenido que bajarse y solicitar a la mujer, no que dejase de coger dulces, sino que se apartase de entre los dos vehículos para continuar el recorrido.

“Regálale la corona, Gaspar”, se ha oído decir en este momento entre el buen humor y la algarabía de los presentes. La cabalgata ha continuado.