Más de mil personas han participado en el desfile, que ha estrenado un iniciio de recorrido que ha comenzado en la calle Hornos Caleros, junto al ICM, hasta su intersección con el paseo de la Estación. Un itinerario que ha posibilitado que las carrozas y las comparsas tuviesen más espacio, al igual que el público, por lo que ha lucido más la salida, y probablemente con más asistencia.

Mientras las 18 carrozas transitaban, entre otros vehículos como los cargados de regalos y las formaciones musicales, la palabra más aclamaba por los que se agolpaban en las aceras ha sido clara: "¡caramelos!", Que se pedían con las dos manos juntas, en bolsas o, los más avispados, que no han dudado en usar sus paraguas boca abajo para acaparar más dulces. 

2.000 kilos de caramelos

Caramelos muy codiciados, tanto que algunos no se han conformado con recoger los más próximos a las carrozas, sino que han ido más allá, “robando” los de las propias carrozas. 

Sin embargo, sobre las 20 horas los paraguas han tenido que darse la vuelta por unos instantes para ser usados en su forma habitual, debido a las gotas de lluvia que se han dejado caer, aunque afortunadamente no ha ido a más y la cabalgata se ha desarrollado con normalidad. O sea, los niños gritando el nombre de los sus magos favoritos, esperando que cumpliesen los deseos expresados en sus cartas.

Han sido nueve las carrozas a concurso, donde la imaginación se ha desarrollado porte de asociaciones y colectivos. Cuatro han sido las premiadas, siendo la de Cáritas la que ha recibido el galardón mayor (VER LOS PREMIOS DE LAS CARROZAS).

Con la llegada de los Reyes al Mercado Grande, sus majestades han abandonado las carrozas para trasladarse hasta el Ayuntamiento en unos coches deportivos muy vintage. El de Baltasar incluso ha tenido que ser empujado para arrancar.

Llegada al Ayuntamiento

Ya en el balcón del Ayuntamiento, con una plaza del Mercado Chico abarrotada de niños expectantes por ver a sus majestades en persona, Melchor ha confirmado a los pequeños que tendrán todos los regalos que han pedido, pero, a cambio, los ha solicitado que los ayuden a lograr un futuro mejor para todos, “a ser solidarios con los demás y a estar al lado del que está solo, porque el mejor regalo es dejar un mundo mucho mejor y más justo en el que se pueda convivir en paz”. 

Mientras, Gaspar ha asegurado que ningún niño abulense recibirá carbón porque “son los mejores del mundo entero”, al tiempo que ha pedido que utilicen menos los móviles porque los resta tiempo de jugar con otras cosas. 

Por su parte y, para terminar, Baltasar ha confesado que han sido muchos los que han pedido patinetes, así que no todos los niños podrán tenerlo. También ha pedido que dosifiquen el tiempo, para que no lo inviertan todo en los dispositivos electrónicos.