La portavoz municipal, Alicia García, lamenta la decisión adoptada “antes de conocer, negociar y mucho menos aprobar el presupuesto para el año que viene” y considera que el alcalde, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, lo usa como “un aviso a navegantes para poder seguir echando balones fuera, responsabilizando a la oposición de su nula capacidad de gestión y para tratar de forzar unas negociaciones que no tiene ninguna intención de entablar más allá del chantaje”.

Cree que “está utilizando el puesto de trabajo de tres personas para hacer política”, lo que es “inadmisible desde cualquier punto de vista”, después de que la Junta de Gobierno Local haya acordado que no se renovará el contrato a la empresa adjudicataria a comienzos ante la imposibilidad de financiarlo.

La portavoz destaca la importancia de “un servicio que lleva funcionando casi 20 años y que resuelve muchas cuestiones a miles de abulenses en el día a día”. García se pregunta si Por Ávila piensa “obligar a tantas personas mayores y con dificultades para actuar en el entorno digital como hay en Ávila, a hablar con una máquina o a dirigirse al Consistorio a través de medios que no dominan y que no tienen punto de comparación con la atención telefónica que prestan las trabajadoras del 010”. 

El alcalde “presume de hacer unas escaleras mecánicas, que pagan otros, por cierto, pero cierra una puerta fundamental del Ayuntamiento a miles de abulenses”.

García ha mostrado “solidaridad” con las personas afectadas por la supresión del servicio municipal, y destaca que los 50.000 euros anuales que representa el 010 para las arcas del Ayuntamiento “son menos que lo que cuesta uno solo de los siete liberados de Por Ávila”.

“Con esta decisión ha quedado claro que el alcalde suprimirá antes cualquier servicio a los abulenses que una sola liberación de uno de sus concejales”, ha asegurado.