Del Viernes, 21 de Noviembre de 2025 al Domingo, 23 de Noviembre de 2025
El Ministerio Fiscal ha rebajado su petición de pena para el acusado de intentar asesinar a su pareja, de los diez iniciales, a siete años y seis meses de cárcel, al considerar que no hubo agravante por ensañamiento.
Se da la circunstancia que el procesado padece esquizofrenia y, aunque su propósito era “matar” a su pareja, puesto que “el mismo dice que las voces que oía en su cabeza a lo que le comprometían era a matar, no a agredir o a herir”, según el fiscal, el ministerio público ha eliminado el agravamiento de ensañamiento, puesto que “es una circunstancia que implica el propósito del autor, no solo de causar la muerte, sino también de aumentar el dolor de la víctima infligiéndole torturas o lesiones innecesarias para la muerte”.
“Además, se entiende que es casi imposible que una persona, en las condiciones mentales en las que se encontraba el procesado, pudiera deliberar, siquiera, la posibilidad de aumentar el dolor de la víctima, lo que hizo es ir directamente a matar”, ha asegurado el fiscal, por lo que ha reducido su solicitud de pena de 10 a 7 años de cárcel para el acusado de intentar asesinar a su pareja sentimental en enero de 2021 en la localidad de Casillas cuando la propinó hasta 10 golpes en la cabeza con un cuchillo de cocina.
Una pena de prisión que el Ministerio Fiscal ha solicitado que se le imponga junto a una medida de internamiento: “No es que la prisión se lleve a cabo en un centro psiquiátrico penitenciario, sino que se solicita que se le imponga una medida de internamiento con la misma duración de la pena. Esa medida de internamiento computará para el cumplimiento de la pena, es decir, se comenzará a cumplir el internamiento -que es de siete años y medio, igual que la pena- y si se cumplen los siete años de internamiento, ya no tendrá que cumplir nada de la pena. No es que la pena de prisión se cumpla en un establecimiento psiquiátrico, sino que se cumple una medida psiquiátrica, en lugar de la pena privativa de libertad”.
Si sabía lo que hacía
Durante la segunda jornada de la vista oral celebrada este jueves en la Audiencia Provincial de Ávila, el Ministerio Fiscal ha explicado en su escrito de conclusiones que, aunque los “niveles de conciencia y voluntad del acusado estaban afectados en el momento de los hechos, lo cierto es que sí sabía lo que hacía y así lo han dicho los médicos. Por tanto, sabía que estaba atacando, sin posibilidad alguna de defensa, a su pareja con una macheta y que la podía causar la muerte. Con independencia de la incapacidad que tuviera en ese momento para valorar el hecho”.
Como resultado, para la fiscalía sí concurre la agravante de alevosía, puesto que fue “una actuación sorpresiva e inesperada” por parte del acusado, porque “cuando la víctima se quiso dar cuenta, estaba frente a ella con la macheta levantada e inmediatamente después la descargó contra su cabeza, mientras ella se encontraba adormilada”.
Si bien la agravante de violencia de género, el Ministerio Fiscal lo ha dejado en duda, puesto que “existen serias dificultades” para su aplicación. “Esta agravante implica un propósito deliberado por parte del autor de cometer el delito para mostrar su superioridad sobre su pareja y denostar a la otra persona por el hecho de ser mujer”. Y es que “es difícil” porque “una persona en las circunstancias en las que se encontraba el procesado, difícilmente puede hacer todos estos planteamientos mentales”.
Peticiones de pena
Un punto en el que ha diferido la acusación particular para el que sí existe la agravante de género y por el que pide 12 de años de prisión al acusado al considerar “la voluntad del acusado de cometer el acto delictivo con su pareja”, dejándola secuelas como el miedo constante.
Por su parte, la defensa no cree que concurra la agravante de género, puesto que el delito no lo cometió el acusado contra la víctima por ser su pareja, sino por haber dejado el tratamiento con el que trataba su esquizofrenia.
Además, considera que no se produjo ni intento de asesinato ni de homicidio porque no quería causar dolor, ya que tenía anuladas sus voluntades como consecuencia de su enfermedad. Por ello, pide que se ingrese al procesado en un Centro Psiquiátrico durante un periodo mínimo de tres años.
No hubiese hecho eso
En su derecho a la última palabra, el acusado sentado en el banquillo ha pedido perdón a la víctima, asegurando que “no estaba bien” en el momento de los hechos, porque “veía visiones y alucinaciones”. También ha asegurado que el “la quería y que no le hubiese hecho eso a una persona de forma voluntaria” porque “no tenía nada contra ella”. De esta forma, el juicio ha quedado visto para sentencia.





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