La entidad, que ha recibido 4.000 euros, ha llevado a cabo diferentes actividades veraniegas. La primera de ellas fue el tradicional campamento de verano, una apuesta lúdico-educativa, que este año ha cumplido 30 años de antigüedad. Casi medio centenar de participantes habituales del programa disfrutaron de actividades de ocio activo saludable en el albergue de la Diócesis, Piedra Caballera, en Navaluenga.

Durante la segunda semana de julio se celebró una semana de ocio del programa, con actividades nacidas de las propuestas de las personas participantes. Talleres intergeneracionales, excursión, cine de verano o piscina en familia fueron algunas de las acciones que fomentaron un espacio inclusivo, colaborativo y participativo entre participantes, familias, técnicos y voluntarios del programa.

Como una apuesta que ha ayudado también a conciliar la vida familiar y laboral, durante este verano se ha celebrado, además, el campus de verano. En esta sexta edición se han llevado a cabo siete semanas de ocio participativo, refuerzo educativo y actividades veraniegas. 

Para cerrar el verano, dentro de la actividad confederal ‘Hagan lío’, 45 jóvenes de varios puntos y proyectos de Cáritas, acompañados de educadores, recorrieron la ruta teresiana ‘De la cuna al sepulcro’.