Tras la sesión de apertura del juicio, a las 17:30 horas de la tarde de este lunes 5 de junio, los primeros testigos en declarar en la segunda sesión de la vista oral, han sido los cuatro guardias civiles que tomaron declaración a Jorge. 

En este sentido, ante las preguntas del ministerio fiscal, han relatado que recibieron el aviso de lo ocurrido por parte de la central a las 22:30 horas, por lo que el acusado ya estaba detenido en la comandancia de la Guardia Civil y ellos procedieron a la lectura de los derechos. Al querer tomarle declaración, Jorge se negó a contestar a sus preguntas. 

Había hecho una cosa muy gorda

Fue al día siguiente cuando tomaron declaración al hermano de Jorge, puesto que fue quién avisó por teléfono a la Guardia Civil de lo que había sucedido. En su declaración explica que el día de los hechos recibió varias llamadas de Jorge, pero no las atiende y es a través de un tercero quien le dice que Jorge tiene que hablar con el, porque “había hecho una cosa muy gorda”. Posteriormente el investigado va a casa del hermano, le confiese haber matado a una persona y le pide ayuda. 

Asimismo, estos agentes han aclarado que no llegaron a entrar en el domicilio. 

Los mismos guardias señalan su entrevista con el gerente del supermercado Día quien comenta que el acusado había estado 3 ocasiones el día de los hechos: una comprando comida, y otras dos comprando cosas de limpieza, algo que no era habitual en él. Visualizaron las cámaras del supermercado que corroboran lo que manifestaron tanto el gerente como la dependienta de la caja que le atendió, comprando botes de lejía y amoniaco. Es esta última quien relata que “le resulta raro, porque paga con un billete de 50 euros cuando normalmente Jorge iba con lo justo o tenía que dejar cosas”.  

Además, el encargado le avisa en una de esas ocasiones que se había dejado al perro en la puerta del súper, a lo que el acusado contesta algo similar a: “es que ahora tengo muchas cosas en la cabeza”.

A preguntas de la acusación particular, han manifestado saber que al supermercado acudió por primera vez a las 18:00 horas, una vez pasados los hechos (a las 15:00 horas). 

Tras la testifical de los agentes, ha sido el turno de Gabriel, hermano del acusado, que ha declarado por videoconferencia. Ante las preguntas de la fiscalía ha confesado que Jorge le llamó varias veces, pero como “por problemas de la vida no se hablaba con el en ese tiempo”, no se lo cogió. Sin embargo, insistió tanto que accedió a hablar con el. Tras hablar por teléfono, Gabriel le dijo que fuera a casa del amigo donde se estaba alojando en ese tiempo. Allí Jorge le confesó que “se había cargado” a una persona, pero ha asegurado no saber “porqué motivo”. “Con los problemas que tenía yo, los problemas que tenía el.. yo tengo un crío de 4 años. Así que le dije: vete de casa”. 

“No sabía si quería que le ayudara o consuelo”

Ante la pregunta de la fiscalía sobre cual cree Gabriel que era la finalidad de la llamada de Jorge, el hermano ha señalado que “la finalidad es que tenía un problema”, añadiendo que “no sabía si quería que le ayudara o consuelo”, por ese motivo “llamó a la Guardia Civil, porque tenía miedo de que se hiciera daño, porque ya había llamado la atención de esa manera”. Añadiendo que ambos hermanos “han tenido muchos problemas en la vida y han estado muy solos”. “No me interesaba eso, me interesaba mi hijo de cuatro años”, ha apuntado Gabriel, hermano del acusado. 

“Me dio un bajón de tensión, me lo repensé varias veces durante media hora o tres cuartos y después llame a la Guardia Civil, pero en primera instancia le dije a mi hermano que se fuera de allí, que no me interesaba; aunque luego me interesé por el”, ha relatado Gabriel.  

“Llega tu hermano y te dice: he matado una persona. No me lo creía. Piensas que es falta de atención, falta de cariño… Yo llame a la Guardia Civil y dije: buscaos la vida, a mi solo me preocupa mi hijo”, ha recalcado. 

Asimismo, ha explicado que accedió a hablar con su hermano por “le llamó 40 veces”. En ese tiempo, se fue a vivir a Piedralaves por su hijo, aún teniendo una orden de alejamiento por su mujer, por lo que se encontraba viviendo con Heredis, su amigo, a quien Javier también llamó para intentar contactar con su hermano. 

Un cacho de pan

Ante la pregunta de la fiscal sobre si Jorge era violento, Gabriel ha sido claro: “Mi hermano es un cacho de pan, pero ha tenido una vida muy dura y tiene un problema de alcohol y drogas. Mi hermano no es agresivo, para nada”. 

Por su parte, la acusación ha preguntado al hermano del acusado si sabía de qué vivía Jorge en esas fechas, a lo que Gabriel ha confesado que “llevaba un año y pico sin hablar con el”. Tras la respuesta, el abogado de la acusación ha vuelto a preguntar para qué le llamó, contestando que Jorge “estaba asustado, seguramente estaba drogado, no sabía qué hacer. Y me dijo: qué hago con esto, y yo le dije: vete de casa, porque no quiero saber nada más”. También ha confesado que Jorge le comentó que su idea era tirar el cuerpo de Tarik por el río que pasa por Piedralaves. 

Tras ello, ha sido el turno de otro testigo, Heredis, el amigo con el que convivía Gabriel en Piedralaves cuando ocurrieron los hechos. Quien ha relatado que, tras la conversación de los hermanos en la calle, Gabriel quedó alterado y preocupado. También le contó lo que había hecho su hermano, que “supuestamente había matado a alguien, porque el otro le vino a atacar”.  

Aunque fuera mi padre, yo llamaría a la Guardia Civil

“Cuando me lo comentó, yo le dije: aunque fuera mi padre, yo llamaría a la Guardia Civil”, ha manifestado Heredis, añadiendo que a Gabriel sí le sorprendió la noticia, porque estaba “muy afectado, estuvo triste y pasándolo muy mal”. 

Así ha finalizado la segunda sesión del juicio, tras la renuncia de varios testigos por las partes. La celebración de la vista continuará en la jornada del martes partir de las 9,30 horas.