Desde 2019 no se podía el emblemático penitencial del Lunes Santo, puesto a los dos años de pandemia se unió la lluvia de 2022, por lo que era esperado y varios centenares de personas no faltaron a la plaza de la Catedral.

El rito se cumplió con la llegada del palio de la Virgen de la Esperanza, escoltada por bomberos, desde la calle Tomás Luis de Victoria, procedente de la iglesia de San Juan. Y por la calle de la Cruz Vieja el Santísimo Cristo de la Ilusión, que llegaba desde la ermita de Las Vacas.

Fue poco después de las 22,30 horas cuando los penitentes de ambos pasos procedieron al encuentro entre las imágenes de la Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza y del Ilustre Patronato de la Santísima Trinidad y Nuestra Señora de las Vacas.

Después hubo una levantá especial, la que proclamó Carlos García, capataz del paso de la Esperanza, contra una “guerra injusta” en Ucrania. Minutos después, ambas procesiones retomaron sus caminos de regreso a sus respectivos templos.