Esto supone que los 450 empleados que forman parte de la plantilla se han incorporado en su totalidad antes de lo previsto: 1 de enero de 2024. No obstante, el presidente del Comité de Empresa, Felipe González, señala que los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs) que se han venido aplicando desde 2017 "siguen estando ahí" durante 2023, por si fuera necesario aplicarlos en lo que resta de año.

La recuperación total del empleo se produjo en noviembre, gracias a un incremento de la actividad, propiciando que el cumplimiento de uno de los tres pilares del Plan Industrial se haya cumplido antes de lo previsto, alcanzando la planta "la estabilización que existía en 2017".

Otro de esos pilares, la construcción de la planta de estampación, se cumplió a mediados del año pasado, tras una inversión de 27 millones de euros, si bien, González advierte de que esta nueva infraestructura aún no se encuentra "todo lo operativa que sería deseable".

El tercer "pilar", el almacén logístico, se encuentra aún en construcción, a la espera de que "en los próximos meses" la Junta de Castilla y León se lo entregue a Nissan, según ha dicho el presidente del comité de empresa, quien señala que estos pasos ponen de relieve que "el Plan Industrial sigue avanzando", pese a que todavía "queda mucho trabajo por hacer".

En este sentido, pide a la dirección de la planta y a los responsables de la multinacional japonesa "más actividad y más volumen de empleo".