Ambos están condenados por un delito continuado de abuso sexual con acceso carnal contra personas menores de 16 años, a la pena para cada uno de ellos es de 15 años de prisión y con las penas accesorias de inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena, de prohibición de aproximarse a menos de 300 metros del lugar en la que se encuentre la menor, así como el pago de las costas procesales y 20.000 euros en concepto de daños y perjuicios a la menor.

En el caso de la madre, también la condenan a la privación de la patria potestad respecto de su hija menor de edad.

Los hechos ocurrieron entre 2015 y enero de 2020, cuando los dos condenados convivían en el mismo domicilio de Navalperal de Pinares y la niña tenía entre 7 y 12 años. Durante el juicio, la menor respondió a las preguntas del tribunal de la Audiencia Provincial de Ávila y aseguró que su padrastro “la obligaba” a mantener relaciones sexuales de manera recurrente, ya que solo cesaban cuando este se encontraba fuera del domicilio familiar cuando iba a cuidar a su tía o cuando la menor tenía la regla.

Consentimiento de la madre

Durante la vista oral, en varias ocasiones, se hizo referencia al consentimiento de la madre. Primero por el testimonio de la menor, donde confirmaba que en varias ocasiones se lo había contado a su madre y que llegó a presenciar alguno de los tocamientos. Posteriormente, la niña también se lo comentó a su hermano, quien de nuevo trato de hablarlo con su madre.

Y, por último, la menor confesó estos sucesos a su catequista, quien se puso en contacto con el párroco de la iglesia y este con el colegio donde la niña estudiaba donde, de nuevo, trataron de comunicar a la madre todo lo que estaba pasando. La mujer en todas las ocasiones negaba lo sucedido, llegando a firmar que era todo “una mentira” de su hija.

Fue tres meses después, la niña volvió a contar lo sucedido, pero esta vez a su profesora y directora del centro escolar al que acudía y que desconocía la anterior conversación de la junta directiva del colegio con la madre.

La maestra relató el miedo de la menor a acudir a la policía porque “no quería que su madre entrará en la cárcel” y también la “desatención” que parecía tener la menor. Tras las declaraciones de los testigos, el Ministerio Fiscal y la acusación particular solicitaron 15 años de cárcel para los dos.