Los niños han vuelto a cazar caramelos (se han lanzado 2.000 kilos), como no se veía desde hace tres años, en un desfile que ha durado más tiempo de lo previsto, puesto que ha salido con retraso y los coches de bomberos que cerraban la comitiva han partido desde la calle Banderas de Castilla a las 19,45 horas.

Los primeros en salir, a las 19,10 horas, han sido una estrella iluminada, el tranvía turístico y una batucada, a la que han seguido las tres carrozas a concurso, todos ellos con grupos muy numerosos: ‘En San Nicolás los muñecos de nieve verás’, de la Asociación de Vecinos San Nicolás; ‘Coro de la Aldea’, de la Asociación Cultural Peña San Gregorio; y ‘Cáritas en el país de Alicia’, del Programa de Infancia, Juventud y Familia de Cáritas Diocesana de Ávila.

Con un total de 150 personas en la comitiva, varias coloridas carrozas han desfilado antes de dar paso a los reyes, como las que mostraban dinosaurios, la gallina turuleca, la película ‘Sonic’, 'My little pony' y unos duendes infantiles.

Desgañitados niños

El heraldo real ha dado paso, ante las voces de los niños, desgañitados, llamando a sus preferidos: el rey Melchor escoltado por un grupo de hebreos, Gaspar flanqueado por egipcios y Baltasar con una escolta de árabes.

Entre los magos han tocado las bandas de música La Inmaculada, de la localidad vallisoletana de Nava del Rey, y El Despojado, de Valladolid, además de la abulense de El Amarrado.

La cabalgata ha sido cerrada por camiones de regalos, y también de carbón, un antiguo camión de bomberos, en un coche-escala del los bomberos y la Policía Local.

Al llegar al Paseo del Dos Mayo, ante el jardín del Recreo, el bullicio se ha dejado a un lado para, en tramo de silencio, la cabalgata pudiera ser disfrutada por niños con trastorno de espectro autista.

El desfile, que en 2022 terminó ante el Lienzo Norte para evitar aglomeraciones, ha concluido, como hace tres años, en la plaza del Mercado Chico y con el mensaje de los reyes desde el balcón del Ayuntamiento de la capital. También como ese año con los magos sobre coches históricos.

Al llegar al Mercado Grande, las carrozas han acabado su recorrido, mientras que Melchor, Gaspar y Baltasar se han subido a unos elegantes vehículos: un Chevrolet rojo de 1931; un De Soto granate de 1930; y un DAX Rush de color crema de 1927.

Desde allí han llegado a la plaza del Mercado Chico. Allí les esperaba otra multitud deseosa de verlos y de recibir un saludo más cercano, pues los niños y niñas pudieron acercarse a Melchor, Gaspar y Baltasar y chocarles la mano, mientras que una música de trompetas avisaba de la llegada real a la plaza. 

Posteriormente, los Reyes Magos subieron al balcón del Ayuntamiento de Ávila para dirigirse a los niños y sus padres. Melchor aseguraba que Ávila es una ciudad "muy bonita" y que siempre le encanta venir, al igual que Gaspar, quien afirmaba que se sentía un abulense más. Por último, Baltasar recordaba a los más pequeños la importancia de leer más libros y utilizar menos la tecnología.

La cabalgata también tuvo su anécdota, con unos reyes en camellos "perjudicados", como el viral oso de Cádiz. Al comienzo del recorrido, el alcalde de Ävila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, supervisó la salida a la vez que encargaba de saludar a algunos de los conductores que iban al frente de vehículos.