Ha pedido "no resignarnos para exigir lo que es nuestro, lo que es palpable que falta en esta tierra de desigualdades. Vivir un espíritu de reclamo, de rebeldía, un espíritu de inconformismo que tenía Santa Teresa". Y ha dicho: "abulenses, no seáis conformistas, no os resignéis. La fe cristiana nos hace buscar esa rebeldía, no con odio y revancha, sino con amor”, según ha expresado en una homilía concelebrada en la Catedral de Ávila con casi todos los sacerdotes de la diócesis; el obispo emérito, Jesús García Burillo; y los abulenses Ricardo Blázquez, cardenal; y el obispo emérito de Salamanca, Carlos López.

La reivindicación debe hacerse “no con odio ni con revancha, pero sí con justicia, porque hay abulenses que se pueden quedar atrás, los que menos tienen, los que en esta sociedad pueden quedar descartados”, según ha afirmado para cerrar su etapa en Ávila después de casi cuatro años al frente de la diócesis, donde padeció la Covid permaneciendo ingresado más de un mes.

Se ha marcha de Ávila, donde ha estado “acogido y querido”, con agradecimiento a los fieles y a los presbíteros. A todos ellos ha lanzado un mensaje para que trabajen “por el bien común” y por “trasmitir la fe” con la mirada puesta en el futuro.

Gil Tamayo será arzobispo coadjutor de Granada hasta que tome el relevo al actual obispo, Francisco Javier Martínez Fernández, cuando cumpla los 75 años el 22 de diciembre.

Al final de la eucaristía, en nombre de la diócesis, el vicario general, Abilio Blázquez, ha agradecido la “entrega y cercanía” de Gil Tamayo, y la “sensación de orfandad” con la que quedan, dado que hay “proyectos empezados, otros por acometer, y que de momento quedan parados”. Su marcha “causó sorpresa” por lo pronto que se ha producido, ha confesado,

Blázquez ha repasado los proyectos culminados, como la creación de la Fundación para la Educación Católica o la fundación que gestiona la Casa Grande de Martiherrero, la cesión de la titularidad de la Universidad Católica del Obispado a la UCAV, o la reestructuración pastoral de los arciprestazgos de la diócesis.

El vicario general ha entregado a Gil Tamayo un pectoral con una reliquia de San Juan de la Cruz para que recuerde a su primera diócesis, momentos antes de que los asistentes le despidieran con aplausos.