Lanzahíta  fue uno de los municipios del Valle del Tiétar que se vieron afectados por el fuego que se declaró en Santa Cruz del Valle. Las llamas arrasaron más de 1.500 hectáreas de varios términos.

Ahora, un mes después de su extinción, la ceniza arrastrada por las fuertes lluvias de los últimos días ha provocado problemas en el depósito del municipio, de manera que su agua "no es apta para el consumo humano y, ni siquiera, para el aseo", según ha apuntado Juan Carlos Sánchez Mesón, portavoz del equipo de Gobierno de la institución provincial abulense, tras la Junta de Gobierno Provincial.

Por ello, el alcalde de esta localidad, José Miguel Gómez, se puso en contacto con la Diputación de Ávila que desde el sábado abastece a la población mediante cisternas y agua embotellada.

Sánchez Mesón ha explicado que el suministro mediante cisternas, a través del depósito, no es posible, ya que este necesita una limpieza "exhaustiva", prevista para esta semana a través del vaciado del mismo, teniendo en cuenta que también está "invadido por los restos de ceniza".

Mientras tanto, la Diputación seguirá suministrando de agua potable a la población. El resto de municipios afectados no tienen problemas de suministro.