De esta manera, el grupo socialista de la Diputación, si así lo ratifica el pleno extraordinario del lunes, quedará reducido a dos de los ocho diputados que tenía: José Raúl Martín y María de los Ángeles García Salcedo, que ejercerá como portavoz.

Los otros seis diputados expulsados del PSOE serán no adscritos, junto a Alberto Encinar, que a finales del año pasado corrió la misma suerte en Por Ávila. Así, el pleno de la institución provincial quedará de la siguiente manera: 12 diputados del PP; siete no adscritos; tres de Por Ávila; dos del PSOE y uno de Ciudadanos.

De esta manera, la decisión adoptada por el pleno el 27 de junio, quedaría sin efecto. En la misma, los seis diputados expulsados del PSOE, acordaron enviar echar a los dos representantes que siguen en el PSOE después de las controvertidas primarias, en las que tanto Muñoz como Leticia Sánchez denunciaron afiliaciones "desproporcionadas" en la agrupación de La Moraña. Esta circunstancia tendrá que ser dirimida por la justicia.

Esta situación deja al PSOE reducido casi a la mínima expresión en la institución provincial, a la espera de lo que sucede en los ayuntamientos gobernados por varios de los expulsados. El martes una treintena de afiliados socialistas manifestaban su apoyo a los expulsados y pedían su restitución, que se suma a las críticas de dos concejales de la capital abulense.

El informe del secretario de la Diputación considera que la decisión de echar a los dos diputados oficialistas fue adoptada cuando "ya no estaban legitimados para ello", ya que días antes habían sido expulsados del partido por el que concurrieron. Asimismo, señala que la expulsión de los dos diputados por sus ya excompañeros resulta "ineficaz por absoluta falta de legitimidad".