Del Sábado, 06 de Septiembre de 2025 al Miércoles, 10 de Septiembre de 2025
El ministerio fiscal solicita cuatro años y medio de prisión a un hombre por un delito continuado de abusos sexuales a una menor de 12 años, prima suya, tras una de las visitas de la familia de la víctima al hogar donde reside el presunto agresor.
Las familias de la víctima y el acusado mantenían una “buena relación” antes de los hechos ocurridos y así “lo acreditaban las continuas visitas” que se realizaban durante periodos vacacionales, tanto en la residencia de la menor en Almería como en la del agresor situada en Ávila.
De hecho, fue en Almería donde sucedieron los primeros tocamientos por parte del agresor hacia la menor. Sin embargo, la víctima no reveló los hechos hasta lo sucedido en Ávila. Estos sucesos han sido juzgados por la Audiencia Provincial e Almería recientemente, no obstante, la sentencia no es definitiva, pues el acusado la ha recurrido.
Los hechos de Ávila acontecieron en julio de 2020, cuando la familia de la menor acudió al hogar de unos familiares para pasar unos días de vacaciones. “Solemos ir mucho a Ávila, porque tenemos familia allí”, señalaba el padre de la víctima durante el juicio.
Entraba a por la ropa
En el domicilio, en el cual vivían los padres del presunto agresor y dos hermanos, se hospedaron los padres y un hermano de la víctima, además de ésta. La menor, que tenía por aquel entonces 12 años, dormía en la misma cama que la hermana del acusado y éste lo hacía en el salón, aunque tenía su vestimenta en esa habitación. “Entraba a coger mi ropa por las mañanas”, ha explicado el procesado durante el juicio.
Sin embargo, la víctima, que testificó mediante videoconferencia, declaró que el procesado entraba en la habitación por las noches aprovechando que el resto de los familiares estaba durmiendo y la realizó tocamientos por encima del pijama, e incluso la invitó a ir al baño.
Hasta en tres ocasiones, el presunto agresor habría intentado “tener un acercamiento” con la víctima, por lo que el ministerio fiscal lo califica como un delito continuado y no como un hecho aislado. Además, durante la declaración en instrucción de la menor, ésta confesó que el acusado le habría intentado besar y realizado algunos tocamientos vaginales en el sofá del salón cuando se encontraban viendo una película.
Este último episodio fue utilizado por la defensa del acusado para señalar su inocencia, pues la menor testificó que no la había tocado ese día y que solo intentó besarla, pero se apartó.
Durante la vista oral testificaron, además del acusado y la víctima, los padres de la menor y dos psicólogas desde Almería, así como la madre y hermana del acusado y una psicóloga de Ávila. En sus declaraciones, la madre de menor aseguró que su hija le confesó lo sucedido porque la hermana del acusado la había animado a hacerlo, aunque esta lo negó en el juicio.
Relato muy creíble
Las psicólogas consideran que el relato de la menor es “muy creíble” y que presenta algunas consecuencias compatibles con las de una víctima de abuso sexual. “Descartamos la motivación para denunciar en falso (…) La menor presenta un sentimiento de tristeza y preocupación por las consecuencias de la denuncia, sobre todo, lo que ha provocado a nivel familiar, ya que ahora es más consciente de la transcendencia real de los hechos”, apuntaba una de las peritos.
El Ministerio Fiscal solicita para el acusado la pena de cuatro años y seis meses de prisión, de conformidad de lo establecido en el artículo 57.1 y 46 del Código Penal, así como la accesoria de prohibición de acercamiento y de comunicación a través de cualquier medio o procedimiento con la menor durante seis años a una distancia de 300 metros.
Además, pide la accesoria de inhabilitación para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y la prohibición de realizar cualquier profesión u oficio, sé a no retribuido, que conlleve contacto regular o directo con menores de edad por un tiempo superior en cinco años al de la pena de prisión efectivamente impuesta en sentencia.
Por otro lado, el acusado debería indemnizar a la víctima con la suma de 6.000 euros por los daños morales causados y pagar las costas procesales. Mientras, la acusación particular solicita seis años de cárcel y una indemnización de 60.000 euros.
Por su parte, la defensa del acusado solicita la “libre absolución”, al considerar que los hechos “no son reales” y que tan solo existe el testimonio de la menor.
La vista oral, que finalmente se celebró este miércoles, estaba prevista para primeros de abril, Sin embargo, la ausencia insólita del letrado de la acusación particular obligó a suspender el juicio y atrasarlo hasta ahora.
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