Según Blázquez, sus declaraciones “han indignado a los trabajadores y las trabajadoras de la entidad afectados por la pérdida de derechos consolidados desde hace años”. 

En su opinión, el gerente “ha faltado a la verdad de forma deliberada, queriendo dar una imagen distorsionada del conflicto”. Según Blázquez, las modificaciones en el calendario y en el régimen de descansos del personal que atiende la residencia se tomaron “de forma unilateral, sin negociación alguna, en el mes de diciembre de 2019, cuando las noticias sobre el coronavirus estaban localizadas sólo en una zona remota de China”. 

“Es una manipulación y una falsedad decir ahora que las decisiones de la gerencia se adoptaron para atender las necesidades ocasionadas por la pandemia cuando faltaban 3 meses para que se declarase el estado de alarma y se impusieran protocolos a los centros socio-sanitarios”, ha añadido el presidente del comité. 

En este sentido, ha destacado el hecho de que los trabajadores “han estado dando el 200% durante lo más duro de la pandemia, sin mirar horarios ni turnos ni descansos, disponibles para cuanto se les demandó por la gerencia".

Falta a la verdad

Igualmente, Blázquez cree que el gerente “también falta a la verdad” cuando dice que las decisiones se han tomado respetando el convenio colectivo, ya que en su artículo 9 “obliga a las empresas a mantener como derechos adquiridos las condiciones más beneficiosas que viniesen disfrutando los trabajadores sobre las contenidas en ese texto”.

"El déficit que se producía en las ratios mínimas de atención directa en la residencia, de la que habla el gerente, es una necesitad creada artificialmente por el propio gerente, que ha ido reduciendo progresivamente el número de trabajadores y trabajadoras adscritos a los servicios residenciales, trasladando a un número significativo de empleados hacia otros servicios y no sustituyendo a quienes dejaban la empresa”, ha argumentado el máximo representante de la plantilla.

Una plantilla que “no ha dejado de crecer en los últimos años”, mientras el número de trabajadores en la residencia Espíritu Santo “no ha dejado de perder personal, atendiendo un número incluso superior de usuarios".

Indignación

“Pero lo que más indignación ha creado entre los trabajadores”, comenta Blázquez, es “la imagen que ha querido transmitir el señor gerente sobre el comité y los trabajadores de Pronisa, responsabilizando a éstos del fracaso de las negociaciones y de no asumir la responsabilidad para dar el mejor servicio posible a las personas con discapacidad atendidas”.

En este sentido, argumenta rotundo: "Es radicalmente falso. Nunca ha habido intención de negociar nada por parte de la empresa. Se nos han impuesto modificaciones en nuestras condiciones laborales en los últimos años y la gerencia sólo se ha sentado a negociar cuando ya estaba fijada la fecha de la vista oral en los sucesivos procesos judiciales que el comité se ha visto obligado a plantear”.

Al respecto, asegura que son los empleados de atención directa quienes “se ocupan de los usuarios de los servicios, quienes velan por su cuidado, su atención, su acompañamiento e integración social y afectiva, quienes se esfuerzan porque tengan la mejor calidad de vida posible”. 

“No se puede poner en duda el compromiso de quienes trabajamos por y para las personas con discapacidad”, ha añadido Blázquez, antes de concluir: “no observamos el mismo compromiso desde la gerencia para con los trabajadores y las trabajadoras. Y por todos ellos seguiremos luchando, por dignificar la labor de este colectivo al que representamos".

Tras indicar que la directiva de la entidad “únicamente” propone reunirse con el presidente del comité y los miembros de la Junta que la misma estime conveniente, ni siquiera con el resto de representantes, Blázquez ha anunciado que la plantilla va a continuar con las movilizaciones. Al respecto, han convocado una concentración este vierne (11,45 horas) ante `la Gerencia Territorial de Servicios Sociales de Ávila.