Si bien la versión “no es falsa, sí que está repleta de inexactitudes”, ha asegurado. Según la Guardia Civil, en la tarde del 3 de marzo el hombre se extravió en el puerto de Candeleda cuando efectuaba unas grabaciones de excursionismo en zonas montañosas peligrosas para compartirlas después en redes sociales.

Dos miembros del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de El Barco de Ávila le hallaron a las 21,30 horas, tras el avisó recibido al 112,  a pesar que los agentes carecían de “una referencia exacta del lugar en el que podía encontrarse” esta persona, si bien se guiaron por su experiencia. Los especialistas se encontraron con unas “condiciones meteorológicas adversas" por  unas fuertes rachas de viento por encima de los 80 kilómetros por hora, y con nieve, granizo y una visibilidad "nula".

Tardaron tres horas en ver una luz roja que permitió llegar al montañero que, según la Guardia Civil, padecía "claros síntomas de agotamiento e hipotermia”. Fue atendido, aunque no necesitó asistencia sanitaria, y volvieron andando con él hasta su vehículo. El hombre regresó a su domicilio sobre las 2 horas de la madrugada del viernes.

En un comentario publicado en la noticia publicada aquel día, el afectado ha respondido a la versión, con la que se muestra de acuerdo: “no pretendía ponerme en riesgo para grabar una situación difícil en la montaña, sino grabar una ruta en la montaña como tantas y tantas veces hice antes, sin el menor de los problemas”.

Mala suerte
“Me asaltó la mala suerte, y las previsiones revisadas varias horas antes en una web de referencia se quedaron cortas”, asegura el montañero, que desmiente que sufriera hipotermia: “aunque es cierto que los dos ángeles del Greim que vinieron a mi rescate no tenían mi posición exacta, sí que sabían dónde buscar, pues en mi llamada al 112 aporté toda la información necesaria para facilitar mi encuentro”.

Asegura que no estaba perdido, “pues conozco bien la zona y sabía exactamente dónde me encontraba”. Y “tampoco es verdad que sufriera de agotamiento, al menos en el momento del encuentro”, si bien añade: “por supuesto, seguir el ritmo bajando a dos gigantes del Greim con unos 15 kilos a la espalda es algo que agotaría a la mayoría de los mortales.

El afectado también ha manifestado su “eterna gratitud” al 112 y promete hacer un obsequio a que “muchos de los involucrados en el rescate” en “agradecimiento a su esfuerzo, su amabilidad y gran profesionalidad”.

Además lamenta que la versión oficial no haya incluido que iba muy preparado: “tampoco de habla de la cantidad de alimentos deshidratados (comida para dos días, nueces y varias barritas energéticas, además de café), equipamiento (saco de dormir -5°, ropa térmica, gas, hornillo, agua de sobra, tienda de campaña…) y preparación que tengo”.