Bajo el lema "Queremos vivir de nuestro trabajo. Precios justos", los manifestantes se han sumado a esta primera convocatoria de laa que solo se ha desmarcado UCCL, a la que el presidente provincial de Asaja, Joaquín Antonio Pino, ha pedido que "recapacite" de manera que la próxima vez todas las organizaciones profesionales agrarias (opas) de la provincia vayan todas juntas. Desde su punto de vista, los responsables de UCCL, que hace unos días reunieron a medio centenar de tractores en la capital, se han "equivocado".

Las próximas protestas de Asaja, UPA y COAG tendrán su continuación el próximo lunes 14 en El Barco de Ávila, el 18 en la capital abulense y el 20 en Madrid.

Pino ha descrito la situación del sector como "muy difícil" por un problema derivado de los "costes de producción", que también afectan al conjunto de la sociedad. Así, ha dicho que un agricultor paga ahora el precio del gasóleo "al doble que hace un año", mientras que la energía "se ha disparado".

Esta circunstancia "va a hacer inviable el cultivo del regadío en las explotaciones", según el presidente provincial de Asaja quien ha pedido al Gobierno que "se ponga a trabajar más que nunca", porque puede producirse un"problema de desabastecimiento si seguimos así".

Ataques al sector

"Necesitamos a un Gobierno que esté a nuestro lado", ha dicho Pino, después de criticar a varios miembros del Ejecutivo central por lo que considera "ataques" al sector, al tiempo que ha calificado la situación como "dramática".

Mientras tanto, el secretario provincial del UPA, Ventura González, ha reclamado también "precios justos" y ha  reivindicado el papel de la mujer en el campo, coincidiendo con el Día de la Mujer.

Por su parte, el responsable provincial de COAG, Ángel Rodríguez, cree que las circunstancias de agricultores y ganaderos son "extremas", de ahí que haya reclamado que "la nueva PAC se paralice y continúe la anterior".

"Hay que producir alimentos y no somos autosuficientes", ha dicho, al tiempo que ha comentado que "las limitaciones ambientales van a impedir la producción de alimentos", lo que va a "repercutir en la cesta de la compra".

Además, ha lamentado que los agricultores no puedan sacar su maquinaria a trabajar con el gasóleo a un euro, mientras los fertilizantes "escasean y son muy caros".