Tras la tragedia provocada por el incendio surgido el 14 de agosto en la carretera Nacional 502, la visita del jefe del Ejecutivo central a Sotalbo había levantado expectación, no solo por lo que podía contar, sino por el recibimiento de una población que ha criticado la gestión del incendio y ha pasado días de angustia al ver cómo el fuego quemaba su monte y se acercaba a sus casas.

Tras comprobar desde el helicóptero el enorme perímetro de un incendio que ha arrasado 22.000 hectáreas, Sánchez también ha podido comprobar el resultado del desastre desde la tierra, acompañado por la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.

Junto a ambos han estado el consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, el vicepresidente primero de la Diputación, Pedro Cabrero, y la jefa del Servicio Territorial de Medio Ambiente, Rosa San Segundo, entre otras autoridades como los alcaldes  de las localidades afectadas por este fuego y el de El Tiemblo-Cebreros.

Tras anunciar que en el Consejo de Ministros del próximo martes se aprobará declarar como zonas gravemente afectadas por emergencia de Protección Civil a "todas y cada una de las comunidades que han sufrido incendios este verano y otro tipo de catástrofes naturales", Sánchez se ha detenido ante los vecinos congregados, algunos de los cuales le ha transmitido sus inquietudes y la situación de tensión vivida. FOTOS DE LA VISITA DE PEDRO SÁNCHEZ A SOTALBO.

Después de decir que "el compromiso del Gobierno de España es total" con las zonas afectadas, el presidente del Gobierno ha recibido los aplausos de muchos de los congregados, que le han despedido al grito de “¡presidente!¡presidente!”, al dirigirse a la reunión con los regidores.

Algo parecido ha sucedido al firmar en la escayola de una vecina, que le ha pedido un autógrafo en el yeso. Entre aplausos, Pedro Sánchez se ha despedido de los vecinos al grito nuevamente de “¡presidente”¡presidente!”.

Le ha hundido

En el trayecto, se ha detenido a hablar con un grupo de jóvenes de entre 16 y 19 años que suelen veranear en el pueblo, quienes con algo de sorpresa y timidez se han referido al presidente del Gobierno como “muy majo y amable”. Un tono diferente al de Alicia, una mujer que durante su breve charla con Sánchez le ha transmitido el “daño moral” que ha producido este incendio en su padre de 83 años. “Le ha hundido”, ha dicho.

Muy diferente ha sido el tono de Nuria Jiménez, que se ha mostrado muy crítica con la visita de la que espera poco. “Vienen a hacerse la foto”, ha apuntado, al tiempo que ha dicho preferir esperar a ver si se cumplen las promesas: “Cuando vea los hechos, me lo creo. Prometen mucho y hacen poco", Tras señalar que sus padres reparten su estancia entre Madrid y Sotalbo, Jiménez ha descrito la tensión que vivió su familia al ver que las llamas se acercaban a su casa.

Cuatro monos

Con su madre visiblemente nerviosa al recordar lo vivido, Kiménez ha lamentado que fueran "cuatro monos" para luchar contra las llamas. "Gracias a los vecinos, mi casa se ha salvado", ha indicado.

Por su parte, Benito Zazo, que hasta 2019 fue alcalde de Solosancho, también ha tenido la oportunidad de transmitir a Pedro Sánchez la pérdida de un pinar con 90 años de historia, gracias a un programa de ayudas a personas sin trabajo durante la República.

Además de pedirle que “no abandone” a los vecinos de la zona, también le ha hecho saber el daño que el incendio ha hecho al turismo rural de la zona, que ha sufrido algunas cancelaciones. Según Zazo, el presidente del Gobierno le ha transmitido el "compromiso a todos los sectores" por parte el Ejecutivo central.

También el presidente ha tenido oportunidad se saludar a una representación del millar de personas que participaron en el dispositivo contra el fuego, como voluntarios de Protección Civil, UME, técnicos de Emergencias, bomberos forestales de las BRIF o miembros de Cruz Roja.