Del Viernes, 03 de Octubre de 2025 al Domingo, 05 de Octubre de 2025
Como una fiesta extraña e inédita han celebrado la festividad de Santa Teresa quienes se han animado a acudir a su convento a una de las misas o, entre horas, a visitar su imagen el 15 de octubre.
No ha podido cumplirse el ritual de llevar la imagen el día antes a la Catedral para encontrarse con la Virgen de la Caridad y presidir la misa mayor en el primer templo de la ciudad, como tampoco salir en la tradicional procesión.
La Santa permanece confinada en el convento, donde desde hace una semana preside las celebraciones religiosas, que se celebran con el aforo limitado a 70 fieles y que fueron cinco eucaristías durante el jueves. Antes de acabar la eucaristía de las 11,30 horas ya había cola en la plaza para la de las 12,30, aunque han tenido que esperar unos minutos a la limpieza de los bancos.
En una desangelada plaza ha habido un goteo de visitantes a la casa natal de la doctora de la Iglesia cuando se cumplen 50 años de su designación, pero nada que ver con la imagen de un entorno, otros años, repleto de gente cuando llega la procesión.
Otras veces hay espera para tomarse una foto con la escultura, pero en esta ocasión la imagen apenas ha estado acompañada. Una octogenaria, que llegaba con una amiga a misa, ha contado que no ha faltado “nunca” a La Santa en este día, a la vez que ha reconocido que no había visto la plaza “tan desierta” como en esta ocasión, y recordaba su amistad con el padre Segundo, un carmelita fallecido hace unos años y que vivió en el convento durante medio siglo.
Todas las misas han terminado han terminado con la encomienda a la santa ante la pandemia: “que Santa Teresa nos proteja”.
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