No son los únicos ni los primeros, pero la polémica por una amonestación a dos mayores de edad en el Mercado Grande no deja indiferente a quien ve un balón rodando en alguna de estas plazas.

Eso sí, los chavales lo hubieran tenido más difícil en día laborable, cuando la casa consistorial permanece abierta al público y la Policía Local vigila desde la puerta las entradas y salidas, pero al tratarse de un día festivo tenían expedido el campo.

Apenas ha transcurrido un mes desde que, a raíz de la queja de un vecino, la Policía Local denunciara a tres jóvenes por jugar al fútbol en la plaza de Santa Teresa, junto a La Palomilla, además de comer pipas cuando dejaron el balón a instancias del denunciante, antes de la llegada de los agentes.

Entonces surgió la polémica, al anunciarse una sanción, si bien luego se aclaró que hacer dar a conocer públicamente las denuncias contra la ordenanza de convivencia ciudadana sirven para que “se conozca que la Policía está vigilante hacia comportamientos que, sin ser graves, perturban la convivencia”. La sanción puede ser de 30 euros o trabajos a la comunidad en caso de reincidencia. En aquel caso quedó en una amonestación escrita.