Este límite cambia en el caso de misas funerales, matrimonios, primeras comuniones o bautizos, ya que en ese caso el aforo “no podrá superar el número máximo de 100 personas”, pese a que la capacidad del templo al 50% establecido para las celebraciones ordinarias sea mayor.

Igualmente, el Obispado aclara que siguen vigentes el resto de disposiciones establecidas en la comunicación enviada a los sacerdotes el 22 de junio, aplicándose todas las medidas de higiene y prevención establecidas por la Junta para los lugares de culto.

En este sentido, se aclara que estas medidas “variarán según la evolución de la pandemia y las indicaciones de las autoridades sanitarias”.

El obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, ha agradecido “el trabajo de sacerdotes y de los voluntarios, y la cooperación de todos los fieles que, al cumplir los protocolos sanitarios previstos, han hecho de los templos lugares seguros frente al contagio del coronavirus”.

Igualmente, ha instado a los fieles a “vivir este tiempo con responsabilidad cristiana y cívica, para evitar los perniciosos contagios de esta pandemia”.