El obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, ha renovado la cúpula de Cáritas Diocesana. Tras recibir el alta hospitalario, el prelado se recupera del coronavirus en su domicilio, donde firmó el lunes dos nuevos nombramientos en la dirección de Cáritas, "en un momento de intensa actividad en esta institución de la Iglesia, que está dando y seguirá dando respuesta a los más damnificados por la crisis derivada de la pandemia de la Covid-19", según ha informado el Obispado.

Nicolás Marín, que era hasta ahora vicedelegado espiscopal de Cáritas, tiene 53 años pero sólo es sacerdote desde 2018, cuando fue ordenado en la Catedral de Ávila por el entonces obispo, Jesús García Burillo. Había sido ordenado diácono unos meses antes.

Sin embargo, desde los 16 años respondió "a la llamada que el Señor le hacía" ingresando en la Orden de los Hermanos Menores en 1981 en su tierra natal, en Murcia. Trabajó mucho años en Cruz Blanca "al servicio de los más desfavorecidos" y recibió formación en el campo asistencial y en la gestión de centros, según relató al ser ordenado sacerdote.

El obispo también ha nombrado a Jesús García García director diocesano de Cáritas en Ávila. La Diócesis ha agradecido "vivamente los servicios generosos y competentes prestados a esta institución eclesial durante muchos años" por el sacerdote Fernando Carrasco y el seglar Olegario Corral.