Se trata de de Antonio Luis Nicolás Marín, de 52 años, natural de Alquerías (Murcia), que ha contado cómo “desde muy joven, a los 16 años, intentó responder a la llamada que el Señor le hacía” ingresando en la Orden de los Hermanos Menores en 1981. Fue en Cruz Blanca donde transcurrieron la mayoría de sus años como consagrado, trabajando al servicio de aquellos más desfavorecidos.

Durante su destino en Madrid conoció al obispo de Ávila, Jesús García Burillo: “y a él acudí cuando aquella llamada inicial se configuraba como llamada al sacerdocio".

"Ávila ha sido, en los últimos diez años, Iglesia providente en la que se ha ido discerniendo mi vocación al sacerdocio ministerial de la mano de hombres de marcado carácter eclesial y del servicio a las gentes de esta tierra", ha confesado. Fue ordenado diácono en octubre de 2017.

Junto a la inicial formación religiosa en un instituto religioso, se unió la formación en el campo asistencial y en la gestión de centros. La formación teológica la ha ampliado en la Universidad Pontificia de Salamanca y en la Universidad San Dámaso.

La ordenación ha corrido a cargo del obispo con la presencia de unos 40 sacerdotes de la diócesis en una ceremonia celebrada en la Catedral, y en la que García Burillo ha destacado que se ha hecho coincidir la celebración con la festividad de Santiago Apóstol.