La designación de Ávila tuvo lugar el viernes en el transcurso de un acto de presentación de quienes serán los representantes encargados de exportar la fiesta fallera y en el que se desveló el destino para 2020.

Al acto, que se celebró en Alzira, acudió el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Ávila, Ángel Sánchez, quien agradeció la designación y recordó que la primera vez que la ciudad acogió un evento similar registró un gran éxito que se espera repetir y superar el próximo año.

Será la próxima primavera, como hace seis años, cuando cientos de falleros se desplacen a Ávila para celebrar una fiesta que contará con la cremà de un monumento que plantará el artista Pepe Benavent.

El presidente de Fallers pel Món, José Enrique Amores, fue el encargado de desvelar la ciudad elegida para la iniciativa de exportar las fallas de Valencia, que se inició gracias a Cristina Giménez i Rodríguez, una abulense de madre valenciana que se marchó a vivir a tierras valencianas y que, tras ser proclamada fallera mayor de su localidad, logró su propósito de acercar la tradición fallera a Ávila.

En abril de 2013 la fiesta se desarrolló durante un fin de semana que culminó con la mascletá de una falla, que representaba una fallera, de seis metros de altura ante la muralla.