El Gobierno analiza esta alternativa, que afectaría a la A-50, autovía cuyos últimos tramos fueron inaugurados hace una década, cuando quedó completada la comunicación entre la capital charra y la abulense. Entre 2008 y 2009 fueron abiertos casi todos los tramos, salvo el que une Ávila y Narrillos de San Leonardo, tres kilómetros, construido en 2006, aparte de que circunvala Santa Marta de Tormes, que data de una década antes.

La fórmula de pago se ha dado en llamar 'pago simbólico', que se ha cifrado en un 10% del precio de los peajes de las autopistas, y que hace tiempo Seopan, la patronal de las concesionarias propuso que fuera de tres céntimos por kilómetro.

Así las cosas, circular entre Ávila y Salamanca saldría en un precio de dos a tres euros, según se cobra a dos o a tres céntimos por kilómetro. En la provincia de Ávila esta medida también afectaría a la A-6 (Madrid-A Coruña) desde Adanero, donde acaba el peaje de la autopista AP-6.

Según la idea del Ministerio de Fomento, el pago en las autovías serviría para lograr una fuente de financiación para una red de vías de alta capacidad que lleva consigo un gasto 1.100 millones de euros para su mantenimiento, a la vez que para la eliminación de los peajes en algunas autopistas de peaje y para contribuir a que el pago sea más uniforme en toda España.

Entre los peajes que se han suprimido o que van a desaparecer no se encuentran las que afectan a Ávila (la AP-51 y la AP-6), sobre las que el Gobierno debe adoptar una decisión en noviembre.

Ante la posibilidad de implantar peajes en las autovías, tanto la Junta de Castilla y León como el PP han manifestado su rechazo, si bien no se han pronunciado sobre los peajes en la AP-6, implantado en los años 70.

Respecto a estos posibles peajes, la vicepresidenta en funciones del Gobierno, Carmen Calvo, ha dicho la idea es "un avance de una reflexión que está haciendo” el Ministerio de Fomento porque “tocará tomar una decisión en algún momento”.